El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, lanzó ayer un llamamiento a la responsabilidad y la colaboración para paliar los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus y anunció que el grupo "acelerará las inversiones tan pronto sea posible para contribuir a la actividad económica y fomentar el empleo".

En su intervención en la junta general de accionistas, celebrada por primera vez en su historia a distancia, Galán se mostró convencido de que este impulso a las inversiones de la compañía es "la única, fórmula para salir de este escenario de crisis y de incertidumbre". Subrayó el objetivo de que en este año las inversiones "superen ampliamente" el récord del ejercicio pasado, para alcanzar los 10.000 millones. También anunció un ambicioso plan de compras, consistente en el adelanto de pedidos a miles de proveedores por más de 3.800 millones, "con lo que los acuerdos en curso para entrega hasta 2023 superan los 20.000 millones de euros".