"No es un gesto heroico, ni mucho menos". Así define Saúl Craviotto su reincorporación al Cuerpo Nacional de Policía, tras aplazarse los Juegos Olímpicos de Tokio al próximo año por la pandemia mundial de coronavirus. El piragüista catalán, afincado desde hace años en Gijón, no dudó en enfundarse su uniforme y solicitar su reincorporación para ayudar a sus compañeros en las labores de seguridad ciudadana y reforzar así una mermada plantilla, que lleva más de dos semanas trabajando con escasos medios de seguridad.

Una de sus primeras funciones, ayer, fue la de colaborar junto a otros compañeros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) en un control a la entrada de Gijón, en la avenida de Oviedo y perfectamente protegido con guantes y mascarilla. Como una de las caras populares de la Policía Nacional atendió a varios medios de comunicación audiovisuales. "Al no haber Juegos Olímpicos, como Policía me incorporo para ayudar a mis compañeros en lo que haga falta", aseguró el medallista olímpico mientras colaboraba en el control vehículo a vehículo durante la mañana de ayer.

La cuestión deportiva queda ahora "en un segundo plano". "Ahora hay que centrarse en lo realmente importante, que es la salud", aunque sigue con sus entrenamientos diarios en su domicilio "para no perder la forma". Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de 2021, su objetivo principal es "seguir peleando para conseguir medallas, que nos merecemos una alegría", y no esconde que ser abanderado español "será lo más maravilloso que me pase". Craviotto quiso dejar dos mensajes más. Uno para el personal sanitario que "se está dejando la piel, es para quitarse el sombrero, están al pie del cañón dándolo todo, son los verdaderos héroes". Y otro, para los ciudadanos: "Muchísimo ánimo, que tengan paciencia, que lo están haciendo muy muy bien".