El ingenio de un artista asturiano está siendo determinante para proteger la salud de miles de personas en España. El decorador avilesino Julio Luzán es a día de hoy una de las personas más conocidas de Huesca, donde tiene radicada su empresa desde 1985, debido a su gran labor solidaria. Este hombre natural de Llaranes decidió hace casi dos semanas reconvertir su planta de fabricación de escenarios y decorados en una cadena de producción de pantallas de forespán y acetatos que a día de hoy abastece a hospitales, geriátricos y farmacias de medio país.
Desde que Luzán puso en marcha su maquinaria y a sus 30 empleados lleva producidas 150.000 unidades de unos equipos que ya han sido reclamados por los principales hospitales de Madrid, Barcelona o Zaragoza. "Es una labor totalmente altruista", explica el empresario asturiano en cuya nómina de trabajos aparecen desde la calabaza "Ruperta" del "1, 2, 3" o los decorados de la famosa serie "Juego de Tronos".
El de Avilés asegura que lo logrado hasta ahora no habría sido posible sin muchas colaboraciones desinteresadas. "Mucho material es de donaciones y hay gente que se ofrece gratis para distribuir por España las pantallas", explica, orgulloso de haber conseguido reconvertir su negocio paralizado por la crisis sanitaria en una fuente de solidaridad y apoyo para personal sanitario y otros profesionales expuestos al COVID-19. "Como otros tantos negocios ahora no teníamos encargos", apunta.
Luzán llegó a Huesca hace más de tres décadas para emprender con un negocio novedoso tras pasarse varios años buscándose la vida en el mundo del arte. A pesar de llevar tantos años fuera sigue muy vinculado a Asturias y por eso le hace ilusión el último encargo recibido. "Hoy mismo -por ayer- salieron 8.000 pantallas para allá", explicó en relación a una donación cuyos beneficiarios serán 60 geriátricos privados de Asturias y que ha sido posible por la intermediación del Rotary Club ovetense, presidido por Juan Pérez Zaldívar.
No es la primera donación que realiza a Asturias la empresa del artista. Antes envió un lote a Luarca donde su hermana, la médico de familia Loures Louzán, ejerce actualmente. "Son profesionales de riesgo y allí no tenían muchos medios", puntualiza.
La planta situada en la localidad oscense de Loporzano acapara estos días la atención mediática en Aragón. Allí todos alaban el trabajo del asturiano para dotar de medios a profesionales de numerosas regiones del país. "Me hace mucha ilusión vuestra llamada", comenta tras ser preguntado por LA NUEVA ESPAÑA acerca de su actividad al ver que también está teniendo repercusión en su tierra de origen. "Me escapo varias veces al año, pero ahora estamos un poco atareados", confiesa.
De toda esta experiencia se queda con las numerosas muestras de cariño recibidas de distintos puntos de la geografía española. "Nos mandan muchísimos vídeos agradeciendo lo que hacemos y es muy emotivo", relata.
Pese a tanta llamada y felicitación la fábrica no para. Estos días están superando las 10.000 unidades diarias de pantallas con creces y su intención es continuar hasta que estén cubiertas todas las necesidades de este tipo de material por parte del material de varios servicios básicos como geriátricos o farmacias. "Hay que frenar esto", subraya el héroe asturiano.
