La iniciativa popular y espontánea durante este estado de alarma, que cumple mañana tres semanas, ha comenzado a pasar el tamiz político en algunos concejos de Asturias a medida que ha sumado adeptos. Los alcaldes de Oviedo, Siero, Valdés y Vegadeo han optado por regular los aplausos de las ocho de la tarde en apoyo a los sanitarios y la música que ponen los vecinos desde ventanas y balcones. El objetivo de las normas es evitar problemas y frenar alguna que otra queja que han recibido.
Oviedo ha establecido un horario fijo para la emisión de música, actuaciones o actividades lúdicas que los vecinos organizan en sus ventanas, balcones o terrazas durante el confinamiento. En concreto, a diario de 12.00 a 14.00 y de 20.00 a 21.00 horas. El Alcalde, Alfredo Canteliy que "en cualquier momento los responsables de dichas actividades lúdico-musicales podrán ser requeridos por los agentes de la autoridad para corregirlas, limitarlas o suspenderlas sin perjuicio de que pueda incoarse un procedimiento sancionador". Canteli llama además a la población a aplicar el sentido común y la responsabilidad cívica durante el confinamiento en los domicilios y reconoce la importancia de mantener el buen humor y el buen clima vecinal. En este sentido, aclara que -siempre en el horario establecido- es posible utilizar instrumentos o dispositivos.
En Siero se ha modificado la ordenanza de ruidos para permitir los aplausos y canciones de 20.00 a 20.15 horas. En Vegadeo, de lunes a domingo, se permiten las actividades musicales que se vienen celebrando en los balcones de 20.00 a 20.30 horas, y los sábados y domingos hay "sesión vermú" de 13.00 a 14.00 horas; y en Valdés, se permite música de 20.00 a 20.30 horas todos los días de la semana, y los sábados y domingos también de 13 a 14 horas. Aparte, en Semana Santa, será posible disfrutar de la música amplificada los próximos días 8, 9 y 10, de 19.00 a las 20.30 horas.
La denuncia de una vecina por ruidos motivó que el Ayuntamiento de Siero se decidiera a regular la ovación vecinal diaria a los profesionales sanitarios y cuerpos de seguridad. "No lo hemos hecho porque hubiera muchas quejas, pero si podemos evitar que haya una sola discusión vecinal, lo haremos. Era algo sencillo de hacer", explica el regidor, Ángel García.
En Siero dan un margen de quince minutos que, en todo caso, tampoco se aplicará a rajatabla, asume el Alcalde. "Lo que no queríamos era que se desmadrase, pero si hay música hasta y media, eso tampoco va a ocasionar una denuncia. Los policías no están ahí con el cronómetro", apunta. Otro tipo de manifestaciones como caceroladas de protesta quedan al margen: "Lo que no puedo hacer es andar regulando todo lo que a la gente se le ocurra. Uno sale contra el Rey, otro contra el Alcalde, otro contra la perra, o la suegra... y cada hora hay una cacerolada", resume Ángel García.
En el vecindario hay quien piensa que está bien que se pongan límites y se regule, mientras otros consideran que se les quita el poco aliciente que tienen para soportar la situación de confinamiento. Belén Ardura indica que "ayer (por el jueves) fue una porquería, ya la gente ni salió casi. Estamos esperando a que pase la Guardia Civil y Protección Civil para aplaudirles y en ese tiempo, siendo la Pola tan grande, apenas les da tiempo. Es una desilusión, sobre todo, para los chiquillos", asevera. Ardura pide que se amplíe el plazo y que los domingos se pueda trasladar el horario al mediodía.
En Valdés las actividades musicales son "de interés municipal" desde el pasado domingo. El alcalde, Óscar Pérez, limitó los horarios y el número de autorizaciones para poner música amplificada desde el hogar. De esta forma, tienen luz verde "aquellas manifestaciones que se vienen celebrando en los balcones" desde que se decretó el estado de alarma. Es decir, dos en Luarca: una en el barrio de la Pescadera y otra en la avenida de Galicia, según enumera el regidor.
En Luarca hubo quejas, pero el Alcalde dice que optó por evitar la polémica, al igual que el de Siero, con el bando que regularizó estas manifestaciones.
Este diario intentó, sin éxito, localizar a vecinos de la villa disconformes con la iniciativa popular de aplaudir y poner música unos minutos al día. Por contra, hay muchas personas a favor de la música. Esther Rubio es una de ellas. La luarquesa hace un directo a diario a través de internet: "Enseño al mundo lo que se hace en Luarca, que es algo muy bonito".
Y añade: "Creo que todos estamos sufriendo de alguna manera y nos viene bien vernos a las ocho de la tarde en los balcones y disfrutar de algo que nos hace tan humanos, la música", señala.
