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Crisis del coronavirus

La restricción en las fábricas merma el 80% la producción manufacturera asturiana

El recorte de la producción deja la actividad manufacturera reducida a un rango entre el 15% y el 20% de la habitual

Efectivos militares, ante la planta farmacéutica de Bayer, en Lada, una de las actividades consideradas esenciales. JUAN PLAZA

La paralización de la industria por el decreto que desde el lunes restringió la actividad productiva a los sectores considerados como esenciales ha mermado la producción manufacturera asturiana en el entorno del 80% al 85% de caída instantánea, según estimaciones preliminares y cálculos aproximativos que barajan en el sector empresarial de la región.

Este agudo desplome de la actividad es, no obstante, menos intenso de lo que se temió en la noche del domingo y a lo largo del lunes, una vez que gran parte de la industria pesada de la región, la proveedora de los sectores considerados como críticos y las actividades exportadoras se vieron eximidas de la parada -que se prolongará hasta la medianoche del próximo jueves-, al igual que ya lo habían sido desde el primer momento la industria alimentaria y otras consideradas esenciales.

El recorte de la producción deja así la actividad manufacturera reducida a un rango entre el 15% y el 20% de la habitual, lo que, tomando en consideración la contribución de estos sectores fabriles al producto interior bruto (PIB) asturiano (16,13%), arrojaría una merma de entre 3.000 y 3.200 millones de euros de riqueza generada si se tomase como referencia un ejercicio completo. Si la insólita restricción productiva se limitase a los once días naturales inicialmente previstos en el decreto del Gobierno, el daño oscilaría entre 90,4 y 96 millones, aunque, en la medida en que en ese periodo hay un fin de semana y un festivo, el perjuicio sería algo menor.

En todo caso, hasta que se normalice la situación y se evalúe el daño total no podrá hacerse un cálculo preciso de merma de riqueza generada respecto a periodos análogos de ejercicios precedentes.

Conjunto de la industria. Para el conjunto de la producción industrial -incluida la no manufacturera-, y que representa 21,51% del PIB asturiano, el efecto es menor dado que el sector energético, con un gran peso en la estructura productiva regional, ya está considerado desde el domingo como prioritario para garantizar el abastecimiento. En todo caso, el sector energético puede verse perjudicado de modo indirecto -de hecho, ya lo está siendo- por una caída de la demanda a resultas de la merma de la actividad fabril -como se constata en los consumos de electricidad respecto a las jornadas previas al decreto- y la menor movilidad en el caso de los carburantes. El aumento de la demanda doméstica de gas y electricidad por el confinamiento de la población no compensa el menor consumo de la industria y el de aquellos sectores clausurados casi al 100% como hostelería y restauración (salvo servicios a domicilio), comercio (excepto bienes de primera necesidad), ocio y la construcción, que quedó cancelada desde el lunes.

Empleo. Las evaluaciones que se esgrimen en medios económicos y empresariales consultados por este diario apuntan que el impacto del decreto en la ocupación se mueve en rangos menos agresivos. Se estima que los efectivos laborales han menguado en la industria manufacturera entre el 65% y el 70% respecto a las plantillas habituales.

Este menor impacto en los recursos humanos respecto a la supresión de actividad productiva obedece a la tipología de la gran industria asturiana, con procesos complejos y cuyo mantenimiento -como ocurre de modo muy evidente en la siderurgia- exige un empleo fijo mínimo aun cuando caiga la producción en determinados baremos, por lo que, a diferencia de lo que ocurre en otras actividades fabriles, no hay una proporción lineal entre volumen de fabricación y tamaño de la plantilla que se precisa para llevarla a cabo.

Aún no hay datos pormenorizados de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que permitan conocer su incidencia en determinadas actividades industriales, pero medios empresariales creen que por ahora se han presentado pocos ERTE en la industria, aunque, por el tamaño de estas empresas, afecten a volúmenes significativos de trabajadores. El impacto en los ERTE y cifras de paro se verá contenido por los acuerdos en algunas industrias para adelantar vacaciones, cambiar descansos y compensar días pendientes.

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