Las residencias geriátricas asturianas sumaron ayer cuatro nuevos fallecimientos, después de que entre el jueves y el viernes no se hubiera registrado ninguno. Tres de las nuevas muertes se produjeron en centros privados y una en la pública Clara Ferrer, de Gijón, la primera en este establecimiento residencial. Así, el total de fallecimientos asciende ya a 35, según los datos facilitados por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

El número de residentes infectados por el COVID-19 también ha aumentado, pasando de 243 entre las residencias públicas y privadas a 249 (6 más). También aumentaron en 14 los profesionales contagiados, hasta 120.

La Consejería de Derechos Sociales especifica que en las residencias públicas se ha producido un incremento de seis contagios entre los residentes, hasta un total de 190, y de 8 profesionales, y ya suman 76. Los fallecimientos se elevan a 26 con el registrado en el centro Clara Ferrer. El de Grado es el que más computa, con 17. El resto de geriátricos del ERA con fallecimientos son Palacio de El Villar, en Castrillón (6), y las de Santa Teresa y Naranco, las dos en Oviedo, con uno cada una. Las residencias afectadas por contagios se mantienen en 13.

Las residencias privadas, que en esta crisis dependen de la Consejería de Salud, registran 59 residentes infectados (igual que el viernes), 44 profesionales contagiados (6 más) y 9 fallecimientos, al sumar los tres nuevos. El total de centro privados afectados es 21, aunque Salud no facilita sus nombres.