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Debutantes en la cátedra online

Profesores veteranos de la Universidad se implican en la enseñanza telemática y piden a otros compañeros "que se pongan las pilas"

José Antonio Méndez prepara una clase en su casa. LNE

José Antonio Méndez tiene 59 años "largos" y asegura que aprendió "a la fuerza" a subir vídeos a Youtube con sus clases de Filosofía. "Me costó. Tardé siete horas en colgar el primero. Acabé sudando y blasfemando", cuenta este profesor de la Universidad de Oviedo, que ahora, tres semanas después de que se decretara el estado de alarma, hasta se "divierte" con sus clases online. Eso sí, llevan "muchas más horas de trabajo" que las presenciales, según recalca Marisa Serrano, de 56 años y docente de Matemáticas en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. "Hay veces que me levanto de la mesa a las diez de la noche", afirma. Tanto Méndez como Serrano forman parte de esa generación de profesores veteranos que está siendo señalada por los alumnos por su "pasividad" y "dejadez". Ellos se han puesto "las pilas", pero reconocen que hay colegas "reacios" a las nuevas tecnologías.

En toda la Universidad las asignaturas se están impartiendo a ritmos diferentes, según el testimonio de los propios estudiantes, que denuncian la "desaparición" de algunos docentes. El Rectorado defiende que estas situaciones "no son en modo alguno generalizables" y que "la docencia no presencial está funcionando, en líneas generales, muy bien, con una dedicación encomiable por parte del profesorado". Sin embargo, esta regla no siempre se cumple. Un profesor, que prefiere mantenerse en el anonimato, pone dos ejemplos: "Hay un compañero que en estas tres semanas solo entró dos veces en el campus virtual, y otro que jamás lo hizo y que, por supuesto, no sabe lo que es Microsoft Teams (la herramienta que se utiliza para hacer videoconferencias con los alumnos)". "La docencia telemática se cumplirá en algunas facultades, pero no en todas, y colgar PDF en internet no es dar clases online", remarca este docente.

Aunque en el entorno más cercano de Marisa Serrano, del departamento de Matemáticas, esto no sucede, sí que indica que "hay gente reacia". A quienes se resisten les dice lo siguiente: "Hay que ponerse las pilas y funcionar. La Universidad nos ha puesto multitud de herramientas a nuestra disposición, algunas son muy fáciles y siempre hay a quien preguntar las dudas". Serrano, por ejemplo, tuvo que empezar de cero con Microsoft Teams. Da clases en directo, las graba y las sube al campus, utiliza una pizarra virtual para explicar, hace tutorías por videoconferencia... "No perdí ni una sola clase, ni teórica ni práctica. Estoy satisfecha", cuenta la profesora de Computación Numérica.

El filósofo José Antonio Méndez, que atiende a los jóvenes por teléfono, correo electrónico e incluso Skype, cree que la pasividad denunciada "no es un problema individual", sino de "acompañamiento al profesorado". "En estos momentos te sientes muy solo, desconectado de la estructura universitaria. No solo hay que decir: 'Tienes que pasarte al online'. No, se trata de: 'Voy a llamar a cada docente para ver cómo le va y en qué podemos ayudarle'", argumenta.

En la Universidad de Oviedo, ahora de vacaciones por Semana Santa, las clases telemáticas se prolongarán hasta final de curso. En un mensaje enviado a la comunidad académica en la noche del viernes, el rector Santiago García Granda pedía a los docentes demostrar "con trabajo y resultados que estamos muy por encima de las críticas, que respetamos, pero que claramente carecen de fundamento". "Os animo a pasar página y a superar estas injustas insinuaciones", dijo, después de crear el miércoles un buzón de atención al estudiantado para recoger sus quejas. LA NUEVA ESPAÑA ha reunido las de seis alumnos (se pueden consultar completas aquí

Los nombres que aparecen de aquí en adelante son ficticios. Luis, alumno de la Facultad de Economía y Empresa, dice que en tres de las cinco asignaturas que tiene este semestre dan el temario a través del campus virtual y por diapositivas. Mientras que en las otras dos imparten las clases por videoconferencias. "Es verdad que la mayoría de profesores se muestran dispuestos a resolver las dudas por correo, pero esto no es comparable a las clases presenciales", opina.

Pablo, que estudia en la Facultad de Derecho, sostiene que "la película de las clases online es eso: una película". "Tengo seis asignaturas y cinco de ellas tienen presencia en la plataforma Teams. Sin embargo, una está siendo un desastre y la otra crearon el grupo el 18 de marzo pero no tiene contenido. Hay otra asignatura que está funcionando bastante bien, con el profesor muy implicado", indica.

Pedro pertenece a la Facultad de Ciencias y apunta que esta semana, a raíz de que la Universidad anunciase que acabaría el curso de forma no presencial, "se ha focalizado todo más". "Yo tengo seis asignaturas. De ellas, cinco utilizan el Teams, aunque en una el profesor no ha respetado el horario que teníamos porque no le coincidía bien. Hay profesores que suben sus vídeos a Youtube y luego nos los explican. Mientras que otros dan clases online compartiendo en la pantalla un Power Point", asegura.

Alberto es alumno de la Escuela de Ingeniería de Gijón y las quejas mayoritarias que encuentra entre sus compañeros es "la desinformación y el no saber qué va a pasar con los exámenes finales". El Rector aconsejó el viernes que fuesen online y dio a los docentes hasta el día 20 para comunicar a los estudiantes su decisión. "Estoy cursando cinco asignaturas. En algunas los profesores se involucran y seguimos más o menos el ritmo de una clase presencial y en otras, en cambio, nos dijeron que avanzásemos por nuestra cuenta y que preguntásemos si teníamos dudas", destaca.

En la Facultad de Geología reina el malestar. La experiencia de Carlos está siendo "bastante negativa". "En una asignatura, el profesor únicamente nos ha subido los archivos al campus virtual y unos enunciados que tenemos que responder. Ni si quiera nos ha mandado un mensaje de cómo proceder ni se ha molestado en darnos una clase de dudas. En otra asignatura, el docente nos ha subido varios temas al campus virtual y nos ha dicho que vayamos estudiándolo por nuestra cuenta y a nuestro ritmo. Entiendo la situación y sé lo complicado que es, pero noto una gran falta de compromiso por gran parte del profesorado".

Su indignación es compartida por Héctor, también de Geología. "Existen tres situaciones: profesores que, por medio de videollamadas, conferencias o grabando sus clases, apenas se nota un cambio en la línea docente, con el alumnado conforme; docentes que han reestructurado las asignaturas subiendo las presentaciones y pidiendo respuestas de los alumnos en forma de cuestionarios; y otros que no se han manifestado, y no se sabe aún nada de ellos. Estos últimos representan el 25%", concluye.

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