Tres amigos, pocas horas de sueño y una larga factura telefónica componen los ingredientes de "Mi Tiendina", una web que reúne a los pequeños comercios de Gijón que prestan servicio a domicilio durante esta cuarentena. Sus creadores, tomaron la primera lista que había formulado el Ayuntamiento y fueron llamando "uno por uno" a todos esos negocios, actualizando información, como el horario o el coste del envío.

Lo que comenzó como un proyecto sin ningún ánimo de lucro, "solo con la intención de ayudar", en palabras de uno de sus creadores, Pablo Castillo, terminó convirtiéndose en la constatación de la "gran solidaridad" que existe en la ciudad en estos días.

"Nosotros fuimos los primeros sorprendidos", explica Castillo, "todos tienen una ilusión tremenda por ayudar". Así, ejemplifica cómo "muchos antes no tenían servicio a domicilio y lo implantaron ahora, por el simple hecho de ayudar, sin buscar un beneficio económico, porque no cobran por ello y son pedidos pequeños".

No son los casos más llamativos. Muchos venden productos de primera necesidad que antes no y "hay incluso quien, por ejemplo, teniendo una pescadería, te dice que si le pides también lo de la frutería que le coge de camino, te lo sube", remarca Castillo. Algunos llegan hasta el punto de "avisar de que tengan la basura preparada para bajársela de la que les dejan la compra".

Un aluvión de solidaridad que no dejó indiferentes a Castillo y sus amigos. "Emociona ver ese tipo de comportamientos que van más allá de la cuestión empresarial. Lo hacen más por ayudar al prójimo que por voluntad de negocio, muchas veces sacrificando su tiempo y sus recursos". Iniciativa que redunda en beneficio de todos: "Es bueno para quien no puede salir a comprar y para los negocios, que palian en parte la merma de ventas". Esta cuarentena, la solidaridad llama a la puerta.