Fidel Díaz Gutiérrez comenzó a cantar en los años cuarenta y lo siguió haciendo toda suvida, que terminó ayer en el hospital de Torrevieja (Alicante), localidad a la que se había trasladado cuando se jubiló de la mina. Había nacido en La Güeria Carrocera, en San Martín del Rey Aurelio, en el año 1926. Fue una insuficiencia cardíaca la que acabó con un minero que hizo historia afondando el Pozo Venturo. Tenía 93 años.

Berta Díaz, su hija, que reside en Bilbao, es la que recuerda "a un verdadero paisano" que hizo muy popular el cantar "Al perru hai que querelu", un título que grabó en un single. También contó con un par de LP y una cinta casete. A mediados de los noventa, recibió un homenaje en el teatro Campoamor a cargo de los organizadores del concurso y muestra de folclore "Ciudad de Oviedo"

"Vivió la revolución del 34, la crudeza de una Guerra Civil, una posguerra sin recursos que, como a tantos otros niños de la época, le obligó a trabajar sirviendo en el campo desde los diez años. Con 16 empezó a trabajar en la mina, primero en el Pozo María Luisa y después en el Sotón. Fue guaje, posteador, picador, minero de primera, barrenista, después vigilante interior equiparado a facultativo de minas. En enero del año 1954 fue uno de los pocos mineros que asumieron el reto de afondar el Pozu Venturo, a tres turnos, a pico y pala, trabajo de titanes y de gente dura como el pedernal que en un plazo increíble de tiempo profundizó a 250 metros las galerías", concluye su hija Berta.