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Crisis del coronavirus

Optimismo en voz baja: los expertos asturianos descartan un colapso sanitario

"Esto no tiene pinta de llevarnos a una debacle como las de Madrid o Cataluña", coinciden los especialistas ante la baja cifra de infectados nuevos y la capacidad de las UCI para recuperar a los enfermos críticos

Optimismo en voz baja: los expertos asturianos descartan un colapso sanitario

Pocos se atreven a decirlo en voz alta, pero sí lo piensan y lo reconocen en conversación discreta. Las curvas del pesimismo y de la angustia por la pandemia de COVID-19, tantas semanas en ascenso, se han aplanado y ya casi están bajando. Por primera vez en lo que va de pandemia, los sanitarios asturianos que disfrutan de visión de conjunto de la situación se muestran optimistas. Expliquémonos. Los expertos consultados por este periódico piensan que la red sanitaria de la región va a resistir los embates del coronavirus, y que escenas como las de Madrid o Cataluña no son previsibles en el Principado. Eso sí, añaden dos advertencias, subrayadas y con negrita. Primera: en un proceso pandémico nunca se debe cantar victoria, siempre puede haber sorpresas desagradables. Segunda: no se debe bajar la guardia en las medidas de aislamiento social.

"Esto no tiene pinta de llevarnos a una debacle como las de Madrid o Cataluña. Ni mucho menos. Tendría que suceder algo muy fuerte. El personal sanitario está más optimista y la organización del sistema está más clara", explicó a LA NUEVA ESPAÑA uno de los mejores conocedores de la evolución pandémica de los dos últimos meses en Asturias.

Con todo, las estadísticas diarias permiten análisis diversos. Sin ir más lejos, ayer se registraron en la región 10 muertos por coronavirus, una de las cifras más elevadas de todo el proceso pandémico (el total ahora es de 96). Sin embargo, solo se sumaron 33 nuevos infectados (hasta llegar a 1.679), una cifra bajísima, incluso inferior a la contabilizada anteayer, domingo, pese a que se analizaron 612 muestras de pacientes. Según las tesis de los especialistas, los fallecidos de hoy son la consecuencia de las infecciones de hace dos o tres semanas. Del mismo modo, la caída de las nuevas infecciones de los últimos días debería traducirse pronto en una reducción de los fallecimientos.

A la vista de los datos publicados anoche, Patricio Suárez Gil, coordinador de Bioestadística y Epidemiología del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), indicó que "se confirma la tendencia decreciente de la curva". "No obstante" -precisó-, "si se modifica la indicación de realización de pruebas o el tipo de las mismas, así como la definición de casos, la tendencia futura podría modificarse".

¿Por qué los números de los últimos días inducen un optimismo razonable? Hay varias claves. Quizá la más relevante haya sido constatar la bajada de presión sobre las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales asturianos, consideradas los puntos más sensibles de la red de respuesta al coronavirus, como se demostró en otras comunidades autónomas. Durante varios días, en las áreas de enfermos críticos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la que más peso numérico soporta, solo ingresaban pacientes y ninguno salía. Esta tendencia ha cambiado. Ayer mismo, las dos UCI del HUCA dieron un total de cuatro altas.

Esta fluidez ha generado un alivio más que notable. En el conjunto de Asturias, estaban en cuidados intensivos 76 pacientes el domingo, y ayer bajaron a 74. Ingresados en planta, eran 364 anteayer, y anoche habían aumentado hasta 377, una cifra que se incrementa pero que está muy alejada de la capacidad global de los hospitales de la región.

En Avilés, el Hospital Universitario San Agustín amaneció ayer con 51 personas ingresadas por COVID-19, diez de ellas en la UCI, lo que supone que, en condiciones normales, el área de críticos rozaría el lleno. Sin embargo, el complejo sanitario avilesino habilitó durante el fin de semana tres camas más para la UCI que ya están listas si se precisa su uso. El centro tiene además capacidad para habilitar más espacios para cuidados intensivos en la primera planta y, según los trabajadores, puede llegar a duplicar el número de camas existentes.

También el Hospital de Cabueñes (Gijón) se maneja con holgura hasta la fecha, con un centenar de pacientes COVID ingresados en planta -entre contagiados y sospechosos- y una decena en la UCI.

"No debería pasar nada que no sea un aterrizaje suave de la curva epidémica. Desde luego, no podemos bajar la guardia, pero está claro que el secular aislamiento de Asturias nos ha protegido en este caso", subrayó Pedro Arcos, profesor de la Facultad de Medicina de Oviedo y expresidente de Médicos Sin Fronteras en España, entidad con la que ha trabajado en control de epidemias en Asia, África y América. El profesor Arcos se muestra preocupado por algunas iniciativas encaminadas al control de la pandemia: "Lograr ese objetivo no justifica cualquier medida de control sobre los dispositivos móviles de la gente: no somos chinos, y nuestro estándar de protección de los derechos civiles y la privacidad es distinto".

"Hay que destacar la fortaleza de nuestro sistema sanitario", subrayó otro médico que desarrolla un papel relevante en el engranaje de la lucha contra el coronavirus en Asturias. Este especialista advierte de que "todavía puede venir una ola grande". Pero, al mismo tiempo, mira ya hacia el futuro: "Habrá que ir pensando en cómo poner de nuevo en marcha el sistema sanitario para que dé respuesta a todas las necesidades de los ciudadanos".

Una de las cuestiones que ha situado sobre la mesa el Ministerio de Sanidad es la habilitación de espacios para aislar fuera de sus domicilios a personas que den positivo por coronavirus pero que no presenten síntomas, una vez que ha concluido el reparto de la primera partida de test rápidos. Esta medida, que sobre el papel se aplicará de forma proporcionada, no convence a todos los gobiernos autonómicos.

En Asturias ya hay algunas instalaciones que supuestamente podrían cumplir requisitos, como la residencia de estudiantes del campus de Mieres o incluso el hospital montado en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón.

El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ha puesto a disposición del Principado las instalaciones municipales de la escuela hogar y el polideportivo con el objetivo de que puedan usarse en caso de que se necesite aislar a pacientes asintomáticos de la comarca suroccidental. El alcalde, José Víctor Rodríguez, aseveró que ambas instalaciones ya fueron ofrecidas al Gobierno regional al inicio de la crisis sanitaria y ahora ha reiterado su propuesta para evitar desplazamientos a los vecinos de la zona que resulten infectados. Además, señaló que podrían sumarse las plazas hoteleras con las que cuenta el parador de Corias.

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