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El ERTE dispara la tensión en Arcelor

Los comités anuncian huelgas a partir del día 20 si la multinacional no renuncia al expediente de regulación por fuerza mayor y no reconsidera el despido de personal eventual

El ERTE dispara la tensión en Arcelor

Los más de 5.000 trabajadores de la siderurgia integral asturiana volverán a las movilizaciones con la convocatoria de paros productivos a partir del lunes día 20 si la multinacional ArcelorMittal no renuncia al expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor anunciado anteayer, si no reconsidera el despido de personal eventual con contrato en vigor y si no materializa el total cumplimiento de las plantillas pactadas.

Así lo concertaron a primera hora de la tarde de ayer los comités laborales de la compañía siderúrgica en los centros de trabajo de Avilés, Veriña y Aboño tras un encuentro previo de la representación sindical con la dirección de la empresa en la que los sindicatos volvieron a expresar su rechazo rotundo al ERTE unilateral comunicado la víspera.

Este expediente, de aplicación para todos los centros de trabajo de ArcelorMittal en España, y que deberá ser autorizado por ello por la Administración central en el plazo de cinco días, supondrá un endurecimiento de las condiciones económicas que la multinacional ya está aplicando a la mitad de su plantilla en Asturias. El actual ERTE, pactado entre empresa y sindicatos en 2009 y renovado hasta 2020 para su uso intermitente, garantiza a los trabajadores afectados en torno al 95% de la totalidad de su remuneración por todos los conceptos. El ERTE por fuerza mayor reconoce sólo el 70% de la base reguladora y, aunque Arcelor está dispuesta a complementar ese importe, la percepción para los trabajadores regulados se limitaría al 70% del salario bruto, lo que supone una merma del 30% respecto a la retribución pactada y de un 25% respecto a la remuneración que les garantiza el ERTE actualmente en vigor. CC OO estima que la pérdida salarial será de unos 600 euros como promedio por trabajador y mes.

El enojo sindical se acrecienta porque la empresa ha convocado a la representación sindical en España el próximo martes para abordar la negociación de un nuevo ERTE por causas objetivas (se invocan factores económicos) que sustituirá al expediente por fuerza mayor una vez que este ERTE decaiga cuando venza la actual declaración de estado de alarma. Con ello, la compañía ha oficializado la voluntad de no seguir recurriendo en este momento al ERTE negociado en Asturias en 2009 -y con vigencia hasta 2020- para afrontar caídas de demanda u otras dificultades sobrevenidas y que se reactiva de modo intermitente en virtud de las circunstancias.

El malestar laboral con esta decisión empresarial contrasta con la buena acogida que le otorgó la Bolsa al ERTE. En una jornada al alza, en la que el índice de referencia español (Ibex 35) remontó el 2.3% y reconquistó los 7.000 puntos, Arcelor-Mittal fue el quinto valor del selectivo más beneficiado por el apetito comprador, con una subida del 10,21%.

Colectivo laboral afectado. El anuncio ayer de nuevas protestas y paros laborales se produjo el mismo día en el que la compañía, líder mundial en el sector del acero, detuvo la actividad de uno de los dos hornos altos de Asturias (el "A") para ajustar producción y adaptarse a las dificultades del mercado.

Con la parada ayer del horno alto, más las anteriores del tren de alambrón de Gijón y las dos líneas de galvanizado de Avilés, además del aplazamiento de la entrada en servicio de un convertidor y la nueva máquina de colada continua del acería de Avilés (medidas anuncidas el 18 de marzo), son 2.500 empleados (casi la mitad de los 5.400 de ArcelorMittal en Asturias) los que están regulados de empleo en este momento mediante el ERTE de 2009.

Aunque el nueve expediente por fuerza mayor será aplicable al conjunto de los 8.400 empleados de ArcelorMittal en España y a todos los de Asturias, se da por hecho que en el caso del Principado -y salvo que hubiese en el futuro inmediato más reducciones de actividad- sólo afectará a los 2.500 que ya están regulados ahora.

El horno alto "A", sin fecha para su reapertura

El resto de personal seguirá activo para mantener la producción del horno alto "B", baterías de coque, parque de carbones de Aboño, un sínter, los trenes de carril y chapa de Gijón, las acerías de Avilés y Gijón y la instalación de hojalata de Avilés.

Los sindicatos alegarán la existencia de carga de trabajo para intentar "por las vías sindical, jurídica y política" que la autoridad laboral rechace el ERTE por fuerza mayor.

Ayer Volkswagen anunció que podría reabrir su fábrica de coches de Landaben (Navarra) a partir del lunes y la de Ford en Almussafes (Valencia) podría hacerlo después del día 27, pero no así otras factorías de ambos grupos y de otros en Europa, cuya normalización aún podrían demorarse más tiempo.

Horno alto. La parada de uno de los dos hornos altos de Asturias (los únicos existentes en España) a causa de un contexto económico difícil, y sin fecha para su reapertura, es un hecho de gran relevancia porque se trata de una instalación crítica y porque es un acontecimiento excepcional que solo se produjo en los primeros años 30 (en plena Gran Depresión de 1929) y en 2009, durante la última gran crisis internacional.

La empresa anunció esta parada y las de otras instalaciones en Asturias el 18 de marzo y lo atribuyó a la caída de precios y de la demanda desde hace más de un año en Europa por la guerra comercial y la invasión de acero barato extracomunitario, lo que hizo caer los precios y redujo la cuota de mercado. A ello se sumó el agravamiento causado desde marzo por la pérdida de pulso del sector siderúrgico a consecuencia de los efectos de la pandemia y de los cierres empresariales en sectores consumidores de acero y las restricciones a la movilidad para contener los contagios del coronavirus. El decreto vigente hasta las doce de la noche de mañana, jueves, y que durante una semana y media restringió la actividad fabril a las actividades esenciales y a la exportadora para intentar doblegar la propagación del COVID-19, contribuyó a tensar más la situación.

Junto con el horno "A", de Gijón, Arcelor también anunció el 18 de marzo la detención de otros cuatro en Europa (situados en Tarento, Dunquerque, Fox y Bremen) y postergar la reapertura de otro en Cracovia, el único que la compañía tenía inactivo hasta ahora en la UE.

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