Un agente le da el alto a un hombre que hace running por Oviedo y en su intento por parecer cordial el corredor casi mete su cuerpo por la ventanilla del coche policial. Un gesto que le hace ganarse, además del reproche por haber salido a correr pese a estar prohibido, la amonestación por no guardar la distancia mínima de seguridad en un tiempo marcado por la protección general frente a la pandemia.
Es posible que muchos asturianos tengan en la retina esa escena descrita, que se corresponde con la recogida en uno de los primeros vídeos que circularon en Asturias tras decretarse el estado de alarma. Una escena que describe a la perfección cómo los agentes de las fuerzas de seguridad tienen que lidiar con el coronavirus por partida doble. Porque la del corredor ovetense no es una reacción aislada, según explican algunos agentes que llevan semanas patrullando por Asturias en controles específicos de identificación de quienes se desplazan en tiempos de confinamiento. Nadie está familiarizado con los comportamientos en un estado de alarma.
"Hay quien se pone muy nervioso. Y no hay por qué. Lo primero que hay que hacer es tomarse nuestros controles con tranquilidad, y lo segundo, fundamental, que se sigan las indicaciones que le va a dar el agente, que además va a tomar todas las medidas de seguridad que corresponden en unos momentos como estos. Necesitamos que la persona esté tranquila y que sus movimientos sean naturales, nada bruscos ni apresurados", explica el portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Gijón.
Precisamente para reforzar la seguridad y unificar la forma en la que se procede a la identificación de cualquier persona que se encuentre en la vía pública durante el estado de alarma, la Guardia Civil acaba de modificar su manual de procedimiento. Según las nuevas normas, cuando se le da el alto a un vehículo lo primero que se va a pedir al conductor es que pare el motor del turismo, que saque la llave y la ponga en el salpicadero.
Para seguir mejor las instrucciones, lo siguiente que hay que hacer es bajar ligeramente -"con unos centímetros basta"- la ventanilla del conductor. Le pedirán, seguro, que muestre el DNI. Y no deberá entregarlo en mano. "Se debe pegar el DNI al cristal de la ventanilla o al de la luna delantera, según indique el agente; primero por una cara y luego por la otra. Normalmente, por seguridad, se hace en el cristal lateral y alejándolo de la zona de apertura de la puerta", explican desde la Guardia Civil.
El agente va a preguntar, a continuación, el motivo del desplazamiento "y si tiene algún documento laboral que lo justifique también se pedirá que lo muestre", añaden. Pero, para tranquilidad de muchos, desde la Guardia Civil aseguran que "si no lo tienen eso no va a implicar sanción segura. El agente le puede preguntar para qué empresa trabaja y podrá hacer luego la comprobación pertinente". Son un tipo de controles, explican, en los que "no estamos pidiendo ni el permiso de conducir ni la documentación del coche, normalmente. No es el objetivo". Lo que se quiere es que cunda la idea de que solo están justificados los desplazamientos mínimos e indispensables.
¿Y si lo que argumenta es que va a la compra? "Pues le preguntaremos adónde va y le diremos que debe retornar lo antes posible a casa", dicen los agentes. No hay, aseguran en la Guardia Civil de Gijón, ni listas de productos prohibidos ni de compras esenciales. "No es cierto que pongamos esas limitaciones", suscriben.
¿Y si el destino es cualquier otro? "Lo que aplicamos es el sentido común y la población no debe obsesionarse con la documentación que se debe llevar para justificar una salida. Es bueno que lleven algo que nos permita comprobar la veracidad de lo que se dice, pero nuestra experiencia también cuenta mucho. Si va al médico es bueno que nos enseñan el volante, o lo que sea... y si finalmente no vemos creíble su justificación y el agente les denuncia, que sepan que siempre podrán presentar todos los documentos que consideren en el plazo de alegaciones", sostienen. La clave, insisten, la tranquilidad.
