El aumento de test realizados, entre ellos los denominados "rápidos", y la extensión de las pruebas a las residencias de ancianos quiebran la tendencia descendente de nuevos casos diarios de COVID-19 que hasta ahora mantenía Asturias. Es probable que ese repunte tenga más justificación en que la extensión de las pruebas permita ya ver casos que hasta ahora no se contabilizaban que en que se hayan incrementado los contagios, que deberían seguir una curva descendente dada la situación de confinamiento.

El análisis de los datos de Asturias y España que efectúan los matemáticos de la Universidad de Oviedo Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz permite comprobar cómo en los últimos días se ha roto la tendencia. Hasta esos días, el modelo matemático elaborado por los investigadores cifraba en el entorno de los 1.800 el número máximo de casos que se detectarían en Asturias, pero esta nueva situación podría elevar esa cifra hasta los 2.200 o incluso los 2.600, según el modelo.

La nueva situación que comienza hoy, con la vuelta parcial al trabajo, genera incertidumbre en las predicciones, de ahí que sea muy relevante que los servicios sanitarios traten de detectar con la mayor rapidez cualquier nuevo contagio, a los pacientes asintomáticos y la existencia de focos que terminen disparando la cuenta de nuevos casos. Pero no toda la responsabilidad estará en las autoridades sanitarias: cuanto más se abra la mano con el confinamiento, mayor deberá ser la responsabilidad individual para cumplir las normas de seguridad y evitar ser contagiado o transmitir el virus. Esa es la razón por la que el Ministerio de Sanidad ha considerado aplicar medidas que hace días daba por innecesarias.

Juan Luis Fernández, catedrático de la Universidad de Oviedo, y la también profesora de esa institución Zulima Fernández-Muñiz llevan desde el inicio de la pandemia modelizando su evolución. Pronosticaron con acierto cuándo se produciría el pico de nuevos casos detectados en Asturias y en España, así como la diferente evolución en ambos escenarios. Además, los profesores analizan y predicen la evolución en todas las comunidades autónomas (información que se ofrece en la web de LA NUEVA ESPAÑA). Con la ayuda del analista informático Óscar González Rodríguez, modelizan también la pandemia en toda Europa, Estados Unidos y de manera global en el mundo.

La predicción del modelo anticipa un gran número de casos en el Reino Unido, donde aún el porcentaje de recuperados es muy inferior al de fallecidos. Según los matemáticos, Estados Unidos ya ha sobrepasado el pico y elevan, con los datos actuales, a 35.000 el número de fallecidos en ese país. Sin embargo, con una mayor incertidumbre el modelo llega hasta la hipótesis de 180.000 muertos por COVID-19 en Estados Unidos.