El Gobierno central modificó ayer, pasadas las nueve de la noche, los criterios de la vuelta al trabajo en la construcción, al prohibir las obras en edificios existentes donde no sea posible establecer una separación que evite el contacto entre los trabajadores y las personas que ocupan el inmueble. La norma supone por tanto una limitación sobrevenida que trastoca los planes de las empresas del sector y que impedirá, en el caso de Asturias, el retorno al trabajo de parte de los 25.000 ocupados (entre asalariados y autónomos) que sobre el papel estaban llamados a retomar la actividad desde hoy.
En una decisión que recuerda a los cambios e incertidumbres que precedieron al cese de las actividades económicas "no esenciales" hace quince días, el Ministerio de Sanidad publicó anoche una orden en el "Boletín Oficial del Estado" en la que se señala: "Se establece la suspensión de toda clase de obra que suponga una intervención en edificios existentes, en los supuestos en los que en el inmueble en el que deban ejecutarse se hallen personas no relacionadas con la actividad de ejecución de la obra, y que, debido a su ubicación permanente o temporal, o a necesidades de circulación, y por causa de residencia, trabajo u otras, puedan tener interferencia con la actividad de ejecución de la obra, o con el movimiento de trabajadores o traslado de materiales".
De esa disposición se infiere que, por ejemplo, no serán posibles las obras rehabilitación de viviendas o de locales ocupados salvo que sea posible hacer una separación clara entre trabajadores y residentes, para evitar el riesgo de contagio. La disposición incluye como excepciones las reparaciones de urgencia.
En el caso de la industria, los sindicatos creen que un número elevado de empresas afectadas por el parón de las dos últimas dos semanas no podrá reanudar la actividad debido a la falta de pedidos. "El parón está siendo a nivel internacional", señala el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano. Y subraya que la actividad ligada con la industria automovilística -Asturias tiene varias compañías que hacen componentes para este mercado- está parada.
En las compañías en las que vuelva la actividad se hará evitando las aglomeraciones que avivan el riesgo de contagio. Por ejemplo, las plantas asturianas de Thyssenkrupp retomarán hoy su producción, pero lo harán poco a poco. El personal irá incorporándose de forma paulatina, por lo que las factorías ubicadas en Mieres aún tardarán unos días en recuperar el ritmo normal.
La actividad no será normal porque, sostienen los sindicatos, se va a exigir que se cumplan a rajatabla todos los protocolos de seguridad. Habrá por ello cambios notables en la forma de trabajar. La Federación de Industria, Construcciones y Afines (FICA) de UGT subraya que los turnos deberán ser escalonados para evitar aglomeraciones, que la entrada a los vestuarios estará regulada y que habrán de respetarse distancias extraordinarias de seguridad mientras se está trabajando (de dos metros al menos). "No valdrá, por ejemplo, que en un turno haya 50 trabajadores y que se cambien todos a la vez en los vestuarios. Eso no podrá ser así", advierte un dirigente ugetista.
Empresas y sindicatos han aprovechado durante estos días para diseñar y pactar guías sobre cómo actuar a partir de ahora. Y de ellas están saliendo recomendaciones llamativas.
Los trabajadores no podrán compartir herramientas
Los trabajadores no podrán compartir herramientasPor ejemplo, en el documento que se pactó en el sector de la construcción figura que no se pueden compartir herramientas, ni tampoco se pueden formar corrillos durante los descansos, con el objetivo de mantener a raya la distancia de seguridad. Las entradas a los comedores y a los vestuarios deberán de realizarse por turnos, con el mismo objetivo, el de evitar que se produzcan más contactos de la cuenta.
Eso sí, la patronal asturiana del sector, la CAC-Asprocon, ya advirtió de que tan solo se van a realizar aquellos trabajos que no impliquen aglomeración de trabajadores. Vamos, que la distancia en el andamio también se va a respetar a rajatabla. No obstante, la Federación de Construcción de CC OO en Asturias criticó ayer la actitud de los empresarios del sector, que, denunció, en lugar de acogerse a expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) para aliviar su situación han optado por "liquidar los contratos con los trabajadores, aumentando la cifra de desempleados". El sindicato siempre había sido partidario de parar la actividad en este sector al considerarla "no esencial".
Los que también volverán hoy al tajo serán los trabajadores de los astilleros asturianos, según señalaron fuentes sindicales, y lo harán también siguiendo unos estrictos protocolos de seguridad y de higiene pactados entre las empresas y las plantillas. Y salvo esos pequeños oasis -en los que hay que incluir la planta de Alu Ibérica en Avilés, que inició su puesta a punto ya el pasado viernes- la industria asturiana irá produciendo todavía durante semanas a ralentí.
Aun así, esta descongelación parcial de la actividad económica provocará con toda seguridad un mayor tránsito de personas por la calle a partir de hoy, por lo que las fuerzas de seguridad han avisado de que se van a intensificar los controles para evitar comportamientos contrarios a las restricciones del decreto de alarma. También vigilarán que no haya aglomeraciones en los transportes públicos -fundamentalmente en las líneas de autobuses y en los trenes de la región- y repartirán miles de mascarillas para que los viajeros las utilicen en el interior de los transportes públicos, donde el riesgo de contagio se multiplica por la mayor dificultad de mantener las distancias de seguridad.
