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Nava, el geriátrico que esquivó al virus

El centro que basó su éxito en confinar a sus trabajadores con los residentes permitirá salir este sábado a sus empleados

Nava, el geriátrico que esquivó al virus

El centro geriátrico La Comarca del Mayor, en Nava, se convirtió el pasado 1 de abril en una especie de "Gran Hermano". De allí no sale ni entra nadie, como ocurre en la famosa casa de Guadalix de la Sierra. Dentro, 12 trabajadores y 34 residentes conviven las 24 horas del día con un único objetivo: salvar vidas. Precisamente esas vidas que se perdieron en otros centros geriátricos del Principado que se han colgado el sambenito de ser el epicentro de los contagios en la región. Estos más de quince días de confinamiento supusieron un esfuerzo sobrehumano para los trabajadores. Eso sí, dio sus frutos y con creces, ya que lograron la ansiada cifra de cero positivos por coronavirus. Y, además, "en este tiempo que llevamos encerrados, ni siquiera tuvimos que tratar a los residentes de catarros, infecciones o neumonías, algo que antes era bastante usual. Aun así, estamos pendientes de que no caigan en depresiones por el confinamiento, pero, de momento, lo llevan genial y entienden perfectamente las decisiones que se tomaron", comenta Martínez.

Este "Gran Hermano" naveto acabará para buena parte de la plantilla este sábado. Así lo ha dispuesto el director de La Comarca del Mayor, Benigno Martínez. Adoptó esta decisión debido al estado de ánimo de parte de la plantilla que se confinó voluntariamente con los residentes. "Las mujeres, sobre todo, están agotadas mentalmente porque muchas tienen hijos pequeños fuera y ya los echan de menos. El sábado saldrán y haremos turnos de 24 horas un día y al siguiente descanso en casa", concreta Martínez.

Las intensivas jornadas de convivencia tienen sus pros y sus contras. Ocurre como en el "Gran Hermano" televisivo: las emociones se magnifican. Y así lo atestigua el director del centro. "Hay residentes que tienen más vínculos emocionales con ciertos cuidadores", dice. Y es que son sus ángeles de la guarda, unos héroes con nombre y apellidos que, gracias al amor a su trabajo y a los residentes de La Comarca del Mayor, han hecho de la dura convivencia un camino de rosas para los mayores.

El día a día en este geriátrico naveto transcurre con la máxima normalidad posible para tratar de evitar que los residentes se preocupen de la situación exterior más de lo recomendado. Tienen tiempo para todo. Y el ocio es una parte importante para distraerse y que las horas pasen como si fueran minutos. Los trabajadores no dudan en complacer a los residentes. Así, la supervisora Alejandra Naredo suele leer libros a los mayores, mientras que el terapeuta ocupacional David Bilbao se encarga de tareas para ejercitar el cerebro, como practicar el hábito de hacer cuentas. Todo sin descuidar las necesidades más básicas de los mayores, para lo que la cocinera Ainhara García se afana entre fogones para preparar delicias y zumos refrescantes, mientras que otros empleados, como la gerocultora Emilia Cueto, ayudan a que los residentes se lleven la comida a la boca sin contratiempos.

El buen ambiente en La Comarca del Mayor se traduce en largas sobremesas. "Nuestras cenas son una maravilla. Preparamos un bufé para los residentes, les leemos la minuta y repasamos con ellos el plan de prevención. Se nos hace tarde en el comedor compartiendo cómo nos fue el día", destaca Martínez. Esta sana convivencia también se debe al buen comportamiento de los residentes, que hacen más llevadero el confinamiento de sus cuidadores, de sus héroes. "Los residentes entienden perfectamente la situación. Todos los días les contamos cómo está la situación en Asturias y en España, endulzando un poco los datos negativos, porque entendemos que deben disponer de información rigurosa en todo momento", explica el director.

El confinamiento ha cambiado también los horarios de los empleados. "Dejo que los trabajadores se vayan turnando para que escojan cómo llevar las tareas del día a día, y los espacios de descanso son de dos o tres horas en las que pueden acostarse un poco, leer un libro o dar un paseo por la finca", explica Martínez. Precisamente ayer, un camión de Bomberos de Asturias se dedicó a desinfectar los espacios exteriores del centro geriátrico naveto para aumentar, si cabe, la salubridad y seguridad de sus instalaciones. Más de lo mismo hizo Protección Civil días atrás. Cualquier precaución es poca, y más cuando se trata de las vidas de personas de riesgo.

El centro, de hecho, habilitó hace varias semanas una planta para los residentes con patologías de riesgo. "Hace unos días les ofrecí la posibilidad de bajar al comedor para estar con el resto de residentes porque ya sabíamos que no había ningún residente ni trabajador contagiado. Sin embargo, prefieren seguir confinados en la planta superior. Dicen que allí se encuentran más seguros y tranquilos", comenta Martínez.

Leer las noticias diarias supone para los residentes un contacto con el exterior. Y desde el exterior también les llegan mensajes de ánimo gracias a la iniciativa promovida por el centro geriátrico para que la gente enviase las razones de por qué consideran que los mayores merecen cariño, admiración y respeto. Hasta ahora, han llegado cerca de 500 correos electrónicos a la dirección lacomarcadelmayor@gmail.com, tanto de personas de Asturias como de diferentes puntos de España e incluso de Holanda. Y es que el lema del encierro es "Por mil razones", las que han hecho que los trabajadores se volcasen con los residentes del centro La Comarca del Mayor para salvarles del coronavirus. Objetivo conseguido.

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