La prestigiosa revista científica "Nature" dedica la portada de su último número, publicado ayer, a un relevante experimento que arroja luz sobre la composición del universo: el conocido como "T2K", desarrollado durante una década en el acelerador japonés Super-Kamiokande, y que explica por qué el universo está formado por materia, en lugar de antimateria. Un hallazgo crucial entre cuyos firmantes figura un asturiano: el físico Pablo Fernández Menéndez.

Este ovetense, actualmente en la plantilla del Instituto de Física Corpuscular de la Universidad de Valencia, donde disfruta de un contrato Juan de la Cierva, lleva varios años colaborando con investigadores japoneses, en concreto con Takaaki Kajita, ganador del premio Nobel de Física 2015. Sin embargo, este experimento, explica, es una iniciativa independiente de su trabajo con Kajita, aunque la base es la misma: los neutrinos.

"Los que se ha hecho en este experimento", explica Pablo Fernández Menéndez, en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA, "es utilizar neutrinos (un tipo de partículas subatómicas) que se producen en un acelerador de protones y los manda de una costa a otra de Japón". De hecho, el nombre del experimento, "T2K", hace referencia a los lugares de partida y destino de los neutrinos: de Tokai a Kamioka (en inglés "Tokai to Kamioka", "T2K").

"Estos neutrinos viajan 295 kilómetros, de costa a costa. Los aceleramos en la costa este de Japón, y viajan bajo tierra hasta la costa oeste, donde está instalado un detector que los registra tras recorrer esa distancia", relata el físico ovetense.

El objetivo esencial es medir una de las características de los neutrinos, como son sus oscilaciones. "Hay tres tipos de neutrinos, y a medida que se propagan, que viajan, van cambiando de un tipo a otro. Este experimento nos da una primera indicación de que los neutrinos y los antineutrinos oscilan de forma diferente", explica el físico ovetense. En otras palabras: permite explicar, con un alto nivel de confianza (que los investigadores cifran en un 95%), por qué muestro universo está hecho de materia y no de antimateria, toda vez que al comprobar que neutrinos y antineutrinos oscilan de forma diferente al propagarse se rompe la aparente simetría entre unos y otros.

Para obtener estos datos con un nivel de confianza tan elevado (los resultados permiten descartar con una significancia de un 99,73% la simetría entre partículas y antipartículas), los investigadores implicados en el experimento han estado trabajando durante toda una década: la publicación que acaba de ver la luz en "Nature", "Constraint on the matter-antimatter symmetry-violating phase in neutrino oscillations" (traducible como "Restricción en la fase de violación de simetría de materia-antimateria en oscilaciones de neutrinos"), recoge los datos reunidos por el colectivo de científicos conocido como "The T2K Collaboration" entre 2009 y 2018.

En el experimento participan más de 350 científicos (todos ellos cofirman el artículo, agrupados el orden alfabético) procedentes de 68 instituciones ubicadas en 12 países diferentes.