El anuncio de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que la apertura no llegará hasta finales de año ha provocado un shock en el sector que ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, trató de amortiguar. El jefe del Ejecutivo asturiano incidió en que desde su Gobierno se trabajará para que la actividad turística se recupere a partir del verano, aunque eso sí, será interna. En resumen, asturianos por Asturias redescubriendo su tierra. Además, anunció la elaboración de una legislación propia para reducir la burocracia.

Barbón señaló que el objetivo es que algunos sectores puedan volver a la actividad cuando se levante la mano en el confinamiento, pero teniendo en cuenta el hándicap que supone "que no hay vacuna ni tratamiento" todavía en la lucha contra el COVID-19.

Es precisamente por este motivo por el que el turismo podría salir del coma, pero "puede ser coherente intentar descubrir el turismo propio de Asturias", indicó el presidente asturiano.

Barbón también indicó que la Viceconsejería de Turismo y el sector trabajan en un plan para impulsar la actividad "el día después". Aunque esa fecha parece que ya no será siquiera en el verano, a expensas de la evolución de la pandemia.

El jefe del Ejecutivo regional también se refirió a las medidas económicas y fiscales que reclaman todos los sectores económicos de la región, así como la eliminación de los trámites burocráticos que retrasan el acceso a las ayudas y beneficios en impuestos y tasas.

Barbón señaló que el Ejecutivo que preside "trabaja en ello", reordenando el gasto y los créditos, pero teniendo también en cuenta que "la prioridad ahora es salvar vidas". También añadió que su Gobierno elaborará una "legislación propia en materia de reactivación para eliminar burocracia", sin entrar en más detalles.