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JOSÉ LUIS ÁLVAREZ ALMEIDA | Presidente de Otea, patronal de hostelería y turismo de Asturias

"No sabemos cuándo ni en qué condiciones se va a abrir, es la ruina"

"Turismo es pasar la noche fuera, no salir a comer; si permiten la libre circulación por España, Asturias es buen destino como segunda residencia"

José Luis Álvarez Almeida. MIKI LÓPEZ

José Luis Álvarez Almeida encabeza la mayor asociación empresarial turística de Asturias, Otea, que engloba a la mayoría de los negocios de hostelería y turismo de la región. Un sector que genera más de 48.000 empleos directos e indirectos, de los que 35.000 corresponden a la hostelería y restauración. Un sector que supone el 10,73 por ciento del PIB del Principado, que en 2019 marcó cifras de récord, y que ahora vive en la mayor de las incertidumbres.

- Las previsiones eran superar las cifras del año pasado y resulta que el ejercicio va a ser peor que en la última crisis.

-Hemos sido los primeros en cerrar y vamos a ser los últimos en recuperarnos. Para muchos negocios es la ruina.

- El Gobierno ha dicho que la cultura y el turismo quedan para la fase final del confinamiento.

-Nosotros, no solo en Asturias, sino en España, no sabemos nada de nada. Cómo será que hay incluso porras de cuándo va a ser, porque lo que sí hay son muchos bulos y muchos comentarios, pero nosotros, el sector, no sólo no sabemos cuándo vamos a poder abrir, sino cómo. No sabemos en qué condiciones, con qué límites si es que los hay, qué supondrá, por ejemplo, reducir los aforos de los establecimientos, qué pasa con las hipotecas de los negocios, con nuestros trabajadores... Nada de nada.

- El presidente del Principado, Adrián Barbón, plantea que el desconfinamiento se haga poco a poco y por dimensión de los locales, no por sectores.

-Bien, pero ¿cuáles serán las condiciones? ¿Tendremos que llevar mascarillas, habrá que poner mamparas, cuántos camareros podrá haber detrás de la barra, podremos tener periódicos para que nuestros clientes los lean como hasta ahora? Y luego están los costes, que en estos negocios están ajustados a una capacidad determinada para un número de clientes. Es decir, en función del aforo se contrata la luz, el agua, el gas, el fútbol, que nos lo cobran y tenemos que reclamar. Hombre, digo yo que por ley todos esos recibos se podrían congelar, o al menos buscar una solución.

- Pero hay normas de distancia social e higiene que se mantendrán, y a lo mejor más allá de este año.

-Pero lo suponemos porque racionalmente creemos que es así. Entonces alguien del Gobierno tendrá que explicarnos todo eso para que podamos adoptar decisiones. Porque a lo mejor los clientes deben mantener dos metros de distancia entre ellos y mi negocio vive básicamente del café y el pincho, con lo que tengo que restringir la entrada y con la mitad de clientes no cubro gastos. Tengo que cerrar. Y cerrarán muchos negocios que ahora ya no pueden hacer frente a las facturas y que no podrán continuar cuando se pueda abrir, porque no nos dan soluciones para que puedan hacerlo.

- ¿Y en los restaurantes?

-Una mesa de dimensiones consideradas "normales" tienen de mínimo 70 centímetros de ancho y máximo un metro, pensadas para cuatro personas. Aunque sientes a dos, no cumples la distancia. Eso supone que o inviertes en mobiliario o reduces a la mitad el aforo y entonces debes tener la mitad de camareros hasta que se recupere la normalidad. Bien, ¿y qué hacemos? Pues hemos pedido que se amplíen el plazo y las condiciones de los expedientes de regulación temporal de empleo para darles cobertura. No sabemos nada.

- Quizás es el momento para que el sector ser "reinvente".

-Vale. ¿Pero qué tenemos que hacer, cuáles son las condiciones? Necesitamos saberlas para estar preparados para cuando podamos abrir, y no sabemos si va a ser en un mes o en dos, porque espero que cuando habla el Gobierno de final de año se esté refiriendo a que todo esté abierto y funcionando con normalidad a final de este ejercicio. Lo único que tenemos es incertidumbre, y luego puede ocurrir que abramos y vengan a decirnos que nos sancionan por incumplir la normativa, que sacarán de un día para otro y sin contar para nada con nosotros. Tenemos que estar preparados, insisto.

- Siempre quedan las terrazas.

-Esa es otra. Los ayuntamientos son incapaces de establecer una norma, ni siquiera de solicitarla, que sea común para toda la región. Desde Otea pedimos que se pudieran ampliar las terrazas cuando se vuelva a abrir, porque lo razonable parece que sea más seguro estar al aire libre que dentro de un local. Pues nada. Planteamos que pueda haber actuaciones en directo en la calle para que los vecinos salgan y tengan actividad al aire libre. Esta medida depende del Principado, pero los ayuntamientos tienen capacidad legal para establecer excepciones. Pues nada. Están todos los ayuntamientos en la FACC (Federación Asturiana de Concejos) y son incapaces de hacer nada coordinados, cuando lo que estamos planteando son cuestiones beneficiosas para los negocios de sus municipios y para el conjunto de los vecinos.

- Se le nota "quemado" con los políticos.

-Está siendo un desastre. Este sector depende de la Viceconsejería de Turismo, cuya función es planificar la promoción turística. Pero hablar de ERTEs, de ayudas económicas y de otras cuestiones depende de Industria y Empleo y de Sanidad. Con el Consejero de Industria, Enrique Fernández, conseguí hablar la semana pasada. Ya veremos. Con Sanidad, nada de nada. Los autónomos asociados no pueden acceder a la ayuda de los 400 euros, nos cobran la luz, el gas, el agua, hasta el fútbol, que no hay, y luego tenemos que reclamarlo. Hay moratorias hipotecarias para las familias, pero pagar la de los negocios la solución es pedir otro crédito con el que pagar la hipoteca, y así pagas por dos vías. Es un dolor de cabeza detrás de otro sin que nadie aporte soluciones y sin interlocutor que escuche lo que nosotros podamos aportar.

- ¿Qué le pidió al Consejero de Industria?

-Pues entre otras cosas, un plan específico de ayudas al sector turístico, microcréditos para que por lo menos se puedan pagar nóminas.

- Una duda. Si no se va a poder viajar, ¿no se puede destinar dinero de las campañas de promoción a ayudas al sector?

-Todo no, porque ya hay contratos firmados y hay que afrontarlos. Pero probablemente haya reserva presupuestaria y podría ser una opción.

- El presidente del Principado anima a practicar el turismo interno este verano. Algo así como asturianos por Asturias, y controlar o limitar el intercambio entre comunidades.

-Todo lo que sea ayudar a las empresas y al sector turístico son mensajes positivos. No podemos desaprovechar nada porque como no sabemos ni cuándo ni cómo va a ser el desconfinamiento, pues todo será muy bienvenido. Dicho esto, turismo es pernoctación, no salir a comer un día o dos.

- Ustedes plantean promocionar Asturias como destino de la salud, de vida sana, al aire libre, naturaleza y muchas actividades...

-Si se permite el libre movimiento por España, Asturias puede presentar una oferta muy atractiva como destino de segunda residencia, o de escapada, y para realizar alguna de las múltiples actividades que ofrece el Principado se necesitan al menos dos días, con lo cual ya hay pernoctación. Y eso es turismo, porque el que duerme fuera, come fuera y busca alternativas de ocio. Por los datos, parece que Asturias no es de las comunidades con peores cifras y esta región disfruta de una imagen para el turismo de seguridad, de salud, de buena gastronomía, de gente hospitalaria. Por eso nos tenemos que estar preparando ya para diseñar el turismo que nos va a permitir recuperarnos. De ahí que también otra línea de trabajo con el Principado es el de realizar un trabajo de promoción muy especializado, con ofertas y paquetes atractivos. Pero si los gobiernos, todos los gobiernos, no tratan con mimo al sector, esto va a ser terrible.

- ¿No temen que se produzca eso que llaman hipocondria social y que la gente no vaya a los bares ni vaya de vacaciones por miedo a estar con otros?

-Hablamos de algo desconocido y con escenarios hipotéticos y cambiantes. Es verdad que habrá gente con miedo, pero también hay mucha gente que está un poco harta y además somos latinos, y por nuestra forma de ser necesitamos hacer vida social, estar en la calle, relacionarnos. Se hace difícil pensar que después de tanto tiempo en el reencuentro con la familia y los amigos no haya abrazos. Al principio será duro, pero la clave está en que se respeten las condiciones para un repunte y generar confianza.

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