Aplauso generalizado de los expertos por el inicio del desconfinamiento. Pero advierten: esto no es barra libre. Los menores sufren levemente el COVID-19, incluso son asintomáticos en su mayoría, pero son buenos transmisores. Así que, si bien es sano para su desarrollo motriz y psicológico salir de casa, debe ser con medidas de precaución claras: acompañados de una persona adulta, guardando la distancia de seguridad social de entre metro y medio y dos metros, y nada de interaccionar con otros niños. Es más, por el riesgo de contagio no deberían ir a los columpios. La misma medida debería adoptarse con los mayores, mantienen los especialistas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a última hora de la tarde del sábado que los niños serán los primeros en beneficiarse del proceso de "desescalada", aunque sin más concreciones. Sólo indicó que se refería a la población infantil -menores de 12 años- y que podrían "disfrutar un rato del aire libre" a partir del próximo día 27. Nada más. Por eso ha suscitado ciertas críticas entre los especialistas.
El pediatra Venancio Martínez, expresidente de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria de España, se muestra favorable al desconfinamiento de los menores porque "ya no conviene que estén más tiempo encerrados, igual que ocurre con los mayores". Pero se muestra muy crítico con la falta de concreción sobre cómo se va a hacer, "porque eso genera confusión y desorientación, y luego surgen problemas cuando la gente sale a la calle. Ya ha pasado esto con anterioridad, y lo único que produce son conflictos", remarcó.
Martínez explica que el encierro "produce una situación de estrés que a su vez es un factor favorecedor de infección. Si los pequeños salen de forma ordenada y bien orientada, es poco probable que haya infección. Estar en la calle, en espacios abiertos y solo con alguna de las personas con las que conviven es bueno para todos, para los niños, para las familias y también lo sería para los mayores".
Pero, dicho esto, el pediatra también alerta de que es necesario establecer y respetar límites, sobre todo respetar la distancia de seguridad social, no interactuar con otros niños, y mucha higiene.
¿Y qué pasa con los adolescentes? "Su situación es menos problemática que la de los niños y los mayores, porque ya deben manejar sus emociones. Pero sí les beneficiaría poder salir a hacer ejercicio, junto con una alimentación sana".
En el caso de las personas ancianas, Venancio Martínez plantea su situación desde otra perspectiva. "Muchos están solos en casa, saben que hay muchos como ellos que fallecen, y que lo hacen solos, en una habitación de un hospital. No nos podemos ni hacer una idea de la tensión y el miedo que estas noticias les generan, la desolación y el miedo que pueden sentir. Por eso, entre otras cosas, les favorecería salir, como a los niños".
Rodrigo Abad, médico de familia, coordinador nacional del grupo de trabajo de tutores de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), vocal de la Sociedad Asturiana de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular, y miembro de varios colectivos médicos más, también se muestra favorable al desconfinamiento de los niños, pero con todas las medidas de seguridad, distanciamiento e higiene. Otra cosa es la vuelta a las aulas, aunque este "apasionado de la epidemiología" indicó que "quizás a finales de mayo pudieran ir los más pequeñitos".
"En las consultas ya se detectan estados de tensión en los niños, en las personas mayores y también en quienes los cuidan. Algunas personas ya necesitan fármacos para calmar la ansiedad", explica este médico que ejerce en Pola de Siero.
Abad indica que la situación con los adolescentes "es más complicada", porque están acostumbrados a estar en grupo e interactuar continuamente, "y este virus es mucho más infeccioso de lo que nos han dicho". Una salida para ellos puede ser que se permita salir a hacer deporte "de manera ordenada e individual".
