Varios barrios de la periferia de París viven desde el pasado sábado disturbios cada noche, en pleno periodo de confinamiento, marcados por incendios, carreras y esporádicos enfrentamientos con la Policía, en los que los manifestantes recurren al uso de fuegos de artificio.

Los disturbios, que afectan a localidades marcadas desde hace años por brotes cíclicos de violencia, comenzaron el sábado por la noche en Villeneuve-la-Garenne cuando un hombre de 30 años, que circulaba en moto y sin casco, resultó herido de gravedad al chocar contra la puerta abierta de un coche camuflado de policía.

Rápidamente empezaron a circular por las redes sociales vídeos del incidente y acusaciones contra los agentes, que habrían causado el accidente al abrir voluntariamente una puerta de su coche para detener al motorista.

Desde el hospital donde está internado para ser tratado de una fractura abierta de tibia y otra de fémur, el accidentado lanzó el martes un llamamiento a la calma para que se detengan los incidentes e insistió en que se hará justicia. El hombre, condenado en catorce ocasiones, sobre todo por tráfico de drogas, ha estado varias veces en prisión y ha sido multado tres veces por violar el confinamiento.

Anoche se esperaba una reanudación de los disturbios, que el martes tuvieron su foco principal en Gennevilliers, donde una escuela resultó incendiada, así como en otras dos ciudades del departamento de Hauts-de-Seine: Nanterre y Villeneuve-la-Garenne.