La consejería de Derechos Sociales del Principado comunicó esta mañana los detalles el protocolo sobre el acompañamiento en el final de la vida a los residentes en geriátricos, afectados o no por el Covid-19. Los centros de ancianos de la región están siendo el punto débil de la pandemia en Asturias y ayer se contabilizaban ya 127 fallecidos. Para los ancianos que estén en el final de la vida, el Principado ha activado un protocolo para que las familias puedan despedirse de manera presencial. Se permitirá acceder a una persona un máximo de cuatro horas y, además, el Principado dará la posibilidad de recibir la extremaunción por videollamada: "Se explorarán las necesidades espirituales, intentando cubrirlas mediante el uso de nuevas tecnologías"

Desde el Gobierno regional se detallan una serie de medidas generales que tienen que tener en cuenta las familias. Será el afectado el que designe a un familiar, aunque la Consejería concreta que "en ausencia de un interlocutor familiar designado por el residente con anterioridad, desde la dirección del centro o desde la unidad de trabajo social se elegirá un interlocutor familiar, de conformidad con lo establecido en el artículo 7 de la Ley 5/2018. Se podrá explorar en su historia social con quién presentaba más afinidad, relación y cercanía".

Además, será el responsable clínico el que indique a la familia que el afectado está en el final de su vida. No obstante, además de la visita física, se intentará implementar cualquier tipo de contacto audiovisual mediante videollamadas. Respecto a la duración de la visita, la Consejería concreta que "la permanencia en la habitación tendrá una duración determinada por la situación del paciente respecto al SARS-CoV-2, aunque no deberá ser superior a 4 horas"

El Principado también ha ofrecido una serie de medidas de protección que se deben seguir en estos casos y deja claro que la persona acompañante será valorada para descartar la posibilidad de ser caso positivo, posible o probable para COVID-19 o grupo de riesgo según lo establecido en el protocolo correspondiente. Además, deberá firmar una declaración jurada sobre esos términos. Una vez claro esa requisa, "recibirá el material de protección adecuado en función del riesgo y de la situación personal del residente, junto con la indicación de evitar desplazamientos por el centro y la necesidad de que se abstenga de tocar superficies".

"Así mismo, deberá firmar la hoja de consentimiento informado para el acceso a la visita- La persona acompañante debe comprometerse a no abandonar la habitación en ningún momento. Por seguridad, no se permitirá sacar cualquier objeto o pertenencia de la residencia. Si fuera imprescindible proporcionárselo se hará si, previamente, puede desinfectarse".

El escrito también detalla que "no se podrán portar objetos como pulseras, anillos, collares, etc. Antes de abandonar el centro, el acompañante se quitará los dispositivos de protección individual según instrucciones del personal. Se depositarán en doble bolsa, y serán eliminados según protocolo del centro. El acompañante procederá a realizar la higiene de manos y desinfección posterior siguiendo las instrucciones del personal del centro".

Aquí puede consultarse el documento íntegro del Principado sobre la muerte digna en los geriátricos.