La desescalada de las medidas frente a la pandemia de COVID-19 llega a la sanidad asturiana en forma de dos decisiones encaminadas a humanizar la asistencia sanitaria y que habían sido intensamente reclamadas por los pacientes y sus familias. Por una parte, las embarazadas que den a luz podrán tener un acompañante en todas las fases del parto, práctica que se irá implementando durante esta semana en todas las áreas sanitarias de la región. Por otra, desde ayer se facilita el acompañamiento familiar de pacientes en fase terminal que estén en hospitales y residencias.

Sobre esta última novedad, el Gobierno regional señala que "permite una despedida más humanizada, al tiempo que se evitan duelos traumáticos y se disminuyen los posibles problemas emocionales". La persona acompañante deberá llevar en todo momento mascarilla quirúrgica y cumplir con las medidas generales de higiene respiratoria o, en su caso, portar el equipo de protección individual (EPI) indicado en los procedimientos habituales del hospital correspondiente.

El protocolo establece un horario diario de visitas y determina que será una única persona la que podrá acompañar al familiar ingresado, sin abandonar la habitación del enfermo. Al acompañante -que no puede ser caso positivo ni posible de COVID-19, ni presentar fiebre o síntomas respiratorios- se le facilitará el material de protección adecuado para garantizar su seguridad y la del personal sanitario con el que pueda estar en contacto. Para su uso correcto, recibirá las instrucciones necesarias.

Durante la visita, se valorará la posibilidad de proporcionar también al acompañante un dispositivo electrónico (tableta o móvil) con el fin de que pueda poner en contacto al resto de la familia con el paciente. Una vez producido el deceso, si los familiares no han podido realizar una despedida en vida, se valorará una posterior.

En el caso de las embarazadas, el Servicio de Salud (Sespa) exige para el acompañamiento que "se cumplan las medidas de seguridad para la paciente, la persona que la acompaña y el personal sanitario". Además, el acompañante deberá llevar en todo momento mascarilla quirúrgica y cumplir con las medidas generales de higiene respiratoria o, en su caso, portar el equipo de protección individual indicado en los procedimientos habituales del hospital correspondiente.