La cola del paro asturiana ha subido en cinco semanas en más de diez mil personas, superando a estas alturas de abril los 83.000 desempleados, cifra inédita desde la primavera de 2017 y en un contexto radicalmente distinto al de entonces: tres años atrás la creación de trabajo apuntaba hacia arriba, alineada con la fase de crecimiento económico -modesto en el caso de la región- que siguió a la Gran Recesión (2008-2013); ahora, el mercado laboral se está precipitando por la sima de la crisis del coronavirus, golpeando sobre todo a los trabajadores con contratos más precarios.
La información estadística conocida sobre lo ocurrido durante el mes de marzo y lo que va de abril sugiere que los asturianos con edades inferiores a los 45 años, con contratos temporales y a menudo de jornada parcial son los que principalmente están engrosando las listas del paro. Son trabajadores que, por distintas visicitudes de sus empresas y sectores, están al margen de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que, siquiera transitoriamente, están evitando la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo (hay ya 40.000 asturianos afectados por ERTE).
El primer golpe. El paro subió en algo más de 4.500 personas en marzo y la afiliación media a la Seguridad Social cayó en 3.500 personas, si bien el recorte efectivo en la dos últimas semanas, con la aplicación del estado de alarma, superó los 11.000 cotizantes. Las primeras cifras oficiales sobre cómo impactó el descenso de la afiliación entre los asalariados según los tipos de contratos dejan ver dónde está de nuevo el foco de la crisis laboral: la pérdida de empleo se concentró en los trabajadores eventuales a tiempo completo y a tiempo parcial (ver gráfico superior).
El segundo golpe. El desempleo ha seguido aumentando en abril, incluso haciéndolo a mayor velocidad que en marzo (6,2% en marzo, 7,2% en las tres primeras semanas de abril), según anticipó el pasado jueves el consejero de Industria, Enrique Fernández. Detalló además que en abril el aumento relativo del paro está siendo mayor en la construcción y en la industria, actividades que han tenido más dificultades para acogerse a los ERTE al no estar incluidas por lo general entre las actividades obligadas a parar durante el estado de alarma (salvo en los días en que se aplicó el llamado permiso retribuido recuperable). ¿Quiénes son los trabajadores que se están yendo al desempleo en abril? Según las opiniones recabadas en ámbitos sindicales y de la Administración asturiana, esta segunda oleada del paro asociado al coronavirus afecta principalmente también a empleados con contratos eventuales o fijos con poca antigüedad (por tanto, con derecho a indemnizaciones modestas), cuyas empresas, ante el hundimiento de los negocios, han optado por no renovar los empleos temporales o directamente por despidos. El paro está subiendo más intensamente (cerca del 10% en abril) entre los menores de 45 años, franja de edad donde es mayor la precariedad, y entre los varones, en este caso por la incidencia en la construcción y la industria, sectores altamente masculinizados.
