Los hosteleros y restauradores franceses no saben con exactitud cuándo podrán abrir sus establecimientos, pero al menos tienen el respaldo económico del Gobierno de la República, que ayer mismo amplió hasta los 10.000 millones de euros el fondo de subvenciones para que el sector pueda superar la crisis sanitaria.
El primer ministro, Emmanuel Macron, y su ministro de Economía, Bruno Le Maire, mantuvieron ayer un encuentro por videoconferencia con representantes del sector. Les informaron que ellos no podrán retomar la actividad el día 11 de mayo, día marcado en el calendario francés como el del fin del confinamiento. Les han pedido dos semanas más para analizar la situación sanitaria, así que no será al menos hasta finales del mes próximo cuando se decida la fecha de apertura de bares y restaurantes en el país vecino.
Los representantes del sector habían pedido al Elíseo que se pusiese ya fecha de apertura, igual que se había hecho con otras empresas, todas las que no están relacionadas con la restauración. Ayer se llevaron una decepción porque se quedaron sin conocer el dato y se les informó que aún deberán esperar un mes para saberlo.
El sabor de la reunión fue agridulce, ya que pese al varapalo de que tengan que permanecer cerrados tras el fin del confinamiento, los empresarios de hostelería escucharon por boca del ministro de Economía una serie de medidas que les servirán para hacer más llevadera la espera.
Las nuevas ayudas se extenderán a negocios más grandes, de hasta 2 millones de euros de facturación, en lugar de 1 millón, como se había aprobado hasta ahora; a empresas de hasta 20 trabajadores, en lugar de 10, y con un máximo de 10.000 millones, el doble de lo establecido hasta el momento. También se prolongarán para estos establecimientos los dispositivos de paro parcial (ERTE) y se negociará con bancos y aseguradoras un fondo de inversión para permitirles relanzar la actividad en las mejores condiciones.
El chef francés Alain Ducasse, que participó en el encuentro, acogió bien estas medidas y aseguró que son muy superiores a las adoptadas en otros países en los que él también tiene restaurantes.
Ducasse aseguró que las medidas de apoyo están destinadas a mantener el empleo, pese a que, tras la apertura, los restaurantes se verán obligados a acoger menos clientes para que pueda haber una distancia de seguridad entre ellos.
