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La UCI De Los Autónomos

Soto: "Vamos a tener que empezar desde cero otra vez, pero no sabemos cuándo"

"Mi tienda está llena de mercancía pagada", dice la dueña de un comercio de decoración en Aller

La UCI de los autónomos: Marianela Soto, propietaria de una tienda de regalos

La UCI de los autónomos: Marianela Soto, propietaria de una tienda de regalos

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La UCI de los autónomos: Marianela Soto, propietaria de una tienda de regalos José Luis Salinas

Marianela Soto tiene una tienda de decoración y complementos en Moreda de Aller que lleva por nombre La Luna Regalos y que, lógicamente, lleva ya seis semanas con sus puertas cerradas a cal y canto. Justo cuando se decretó el estado de alarma. La orden de confinamiento pilló la tienda "llena de mercancía recepcionada y pagada. Hemos hecho frente a todos esos pagos, por supuesto, pero también a la cuota de autónomos, a los impuestos y a los seguros sociales. A todo".

En la tienda, Soto tiene a una empleada a la que ha tenido que hacer expediente de regulación de empleo, ya que no tiene ninguna actividad. No hay ningún cliente al que atender durante estos días. "Tuvimos que hacer el cese forzoso de actividad y el ERTE", reconoce. Lo peor de todo, dice, es que "a día de hoy no hemos recibido ninguna ayuda". Por lo que la pregunta parece evidente y la lanza la propia Marianela Soto: "¿Cuánto podemos estar así? Yo poco, os lo puedo asegurar".

El sector del pequeño comercio no solo tiene miedo a las graves heridas que pueda traer este parón de la actividad. También teme cómo puede ser el día de mañana. Cómo van a ser las relaciones dentro del comercio cuando se levante el confinamiento, cuando comience la desescalada de la parada económica y algunos de los negocios ahora cerrados puedan volver a abrir sus puertas al público. "La incertidumbre que tenemos es sobre cómo va van ser las cosas cuando se retome la actividad. ¿Cómo va a ser? ¿Qué ayudas vamos a tener?", plantea la comerciante, que es natural de Ribadesella, pero que lleva ya un tiempo asentada en Moreda de Aller.

Lo que intuye Soto es que los negocios, y especialmente los pequeños comercios, deberán reconstruirse. "Vamos a tener que empezar desde cero otra vez. La Luna (su tienda) tiene veinte años de historia, pero va a tener que empezar otra vez desde cero, como hicimos ya hace dos décadas", argumenta. Aunque las dudas son muchas. Demasiadas. "¿Cómo lo vamos a hacer para empezar de cero? ¿Va a ser sostenible?", pregunta Soto. "Ilusión no nos va a faltar, pero no sabemos si vamos a tener ayudas, ni cuándo va a ser. Esas son las grandes dudas y las grandes incertidumbres que tenemos todos", reflexiona.

Soto, por su trabajo, solía ir a muchas ferias para poder estar al día de las novedades que hay en el mundo de la decoración. Una de ellas iba a tener lugar en septiembre en Madrid, en el Ifema -ahora reconvertido en un hospital de campaña- por lo que todo apunta a que este año se va a cancelar.

Pese a las dificultades por las que atraviesa el comercio, Soto no pierde la sonrisa ni el buen humor. Es una asidua, por ejemplo, a salir a las ocho de la tarde -el momento dedicado a aplaudir desde las ventanas al personal sanitario- a poner música con su "Alexa" (el altavoz inteligente) desde la ventana de su casa de Moreda.

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