A la docente María Elena Fernández-Campoamor se le ocurrió que algo había que hacer para animar la primera salida de los pequeños. Es maestra de Infantil en el colegio Pedro Penzol de Puerto de Vega (Navia) y, por eso, sabe que ayer algunos pequeños se enfrentaron con angustia y miedo a su primera salida a un mundo diferente. Lo habló con sus compañeros y se animó a llenar su calle de esta villa naviega con carteles de ánimo que colgó en las farolas y que sorprendieron a los niños.
Algo parecido pasó en Valdés. En barrios de Luarca y Almuña los vecinos colgaron globos para lanzar un mensaje de ánimo a los niños, darles motivación en su primera salida en cuarenta días y que no vieran "las calles tan desangeladas".
Precisamente ver las calles desiertas fue lo que más sorpresa causó en los niños, que también expresaron su pena por no poder jugar con sus amigos como estaban acostumbrados. "Vimos muy poca gente, y la que vimos, respetando todo", señaló la tapiega Clara Álvarez, que ayer salió a pasear con sus pequeñas Carla y Martina, de 4 y 1 año.