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Crisis del coronavirus

El Gobierno regional confía "en pasar pronto a la segunda fase" de desescalada

Hosteleros y comerciantes advierten de que la apertura no será viable sin garantizar el movimiento de clientes, ampliar terrazas y prolongar los ERTE

El Gobierno regional confía "en pasar pronto a la segunda fase" de desescalada | RICARDO SOLÍS

El Gobierno asturiano confía en sus buenos marcadores sanitarios para afrontar con un éxito una desescalada, que deberá contar con visto bueno del Ministerio de Sanidad cada dos semanas. "Seguramente estemos entre las comunidades donde se empiece a aplicar la fase primera de desescalada y podremos pasar pronto a la segunda, pero si no lo hacemos bien corremos el riesgo de dar pasos atrás", advirtió el presidente del Principado, Adrián Barbón, anoche en una entrevista radiofónica.

El bajo índice de contagios de Asturias, entre los menores del país junto a Andalucía Valencia y Baleares y solo por detrás de Murcia y Canarias, el gran número test de PCR y la menor saturación en las UCIS, son los marcadores que mueven al Gobierno regional a un optimismo, rodeado de las máximas cautelas, Porque la primera reacción de Barbón fue calificar de "sensato" que se prohiba la movilidad entre provincias hasta que esté controlado el coronavirus en el conjunto de España. Asturias acoge muchas segundas residencias y el Gobierno autonómico juzga determinante evitar, de raíz, un "efecto llamada" a visitantes de otras autonomías, que ya disparó los casos positivos de coronavirus en la región antes del estado de alarma, en marzo. "Es muy sensato que se impida la movilidad entre áreas con distinta evolución epidemiológica, lo contrario sería peligroso para nuestra comunidad", alertó Adrián Barbón, tras conocerse las líneas básicas del plan estatal. La desescalada del Gobierno central maneja un calendario para "la nueva normalidad" bastante más corto del previsto por el grupo de expertos del Principado. Mientras la estrategia anunciada por Sánchez sitúa a finales del próximo junio el levantamiento del grueso de restricciones vigentes en el confinamiento, la propuesta en la que trabaja Asturias preveía un periodo de transición más prolongado, hasta final de año. Por el momento, no hay valoración sobre esa diferencia en los plazos: "El Gobierno de Asturias está analizando con rigor y seriedad el plan de desescalada anunciado por el Gobierno de España", se limitó a comentar Barbón.

La reacción, por sectores

La reacción, por sectoresEl pequeño comercio y la hostelería saldrán del letargo con las primeras fases de la desescalada. Las asociaciones de estos sectores ven bien que haya un horizonte de fechas, aunque advirtieron de que la apertura debe ir acompañada de medidas que garanticen su viabilidad económica.

"Ya tenemos el túnel y ya sabemos dónde está la luz", señaló José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal asturiana del turismo y la hostelería, Otea. "Que la gente pueda ir a un restaurante para comprar comida para llevar (con cita previa) al igual que va a un supermercado es una medida que pedíamos desde el principio", señaló Álvarez Almeida sobre la fase cero de la desescalada. En la fase 1, en la que Asturias podría entrar el 11 de mayo, los establecimientos hosteleros podrán abrir sus terrazas, pero con limitaciones de ocupación. "No es una medida digna. Dudamos de que con un tercio de la terraza pueda ser viable la apertura de un negocio, porque abrir implica poner en marcha la cocina al cien por cien, los baños, asumir los gastos de electricidad...", señaló el presidente de Otea, que destacó que en la fase 2, en la que ya se permitiría poner en servicio un tercio de las mesas interiores pero no la barra "estaríamos casi igual, porque la mayoría de los establecimientos hosteleros de la región tienen más barra que mesas". Por eso Álvarez Almeida destacó la necesidad de medidas normativas y económicas que acompañen a esa apertura, entre las que destacó la ampliación de los ERTE para que el personal pueda incorporarse de forma progresiva o que los ayuntamientos dupliquen la superficie permitida de las terrazas. "Sin esas medidas no podremos abrir porque no será sostenible", señalo el presidente de Otea.

Pendiente de la letra pequeña del decreto también está Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes de Asturias. "Una cosa es lo que dice el presidente y otra lo que luego publica el BOE", señaló Moreno, que aseguró que "el pequeño comercio de Asturias está en disposición de abrir de manera inmediata, pero habrá que ver qué entiende el Gobierno por pequeño comercio y qué libertad de movimiento va a tener la gente, si va estar garantizada durante el horario comercial".

La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) no quiso pronunciarse ayer sobre el plan del Gobierno hasta poder analizarlo con detalle.

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