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Presidente de la patronal de la hostelería y el turismo de Asturias, Otea

Álvarez Almeida: "Asturias no es Andalucía; esto no es una desescalada, es nuestro hundimiento"

"El plan se ha hecho sin contar con el sector y es un desastre; muchos hosteleros están llamando para preguntar qué tienen que hacer para cerrar su negocio"

Las fases de la desescalada anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han acabado con la paciencia del sector turístico asturiano. El presidente de la patronal del sector (Otea), José Luis Álvarez Almeida, asegura que muchos negocios no abrirán para atender sólo un tercio de la terraza, que en Asturias representa una media de tres mesas, e incluso añade que para muchos no será rentable ni siquiera con el 50 por ciento. Por eso reclama a los ayuntamientos "un gran acuerdo" para que se amplíe la extensión de las terrazas, y la suspensión de tasas e impuestos municipales. Aunque advierte que todo ello servirá de poco si no se mantienen los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) por fuerza mayor cuando se levante el estado de alarma.

- El plan anunciado por el Gobierno parece que está lejos de lo que pedía el sector hostelero y turístico asturiano.

-Es un desastre. Pero claro, es que lo han hecho sin hablar con el sector a nivel nacional. ¿Alguien se imagina que se hubiera afrontado la pandemia sin tratar con Sanidad? Pues aquí se ha hecho así, sin hablar con nadie, como les ha parecido.

- Bueno, ustedes desde el principio pedían poder ampliar las terrazas porque era una ayuda importante para la hostelería.

-Si alguien nos hubiera preguntado si queríamos abrir con un 30 por ciento de la terraza nada más, le hubiéramos dicho que no, de ninguna manera. La media de las mesas en una terraza en esta región son de 10 a 12. Un tercio significa que puedo abrir con 3 o 4 mesas. Y manteniendo las medidas de seguridad. Además, no podemos atender a nadie dentro, en la barra. Pero vamos a ver, que esto no es Andalucía, ni el Mediterráneo. Del túnel del Negrón hacia abajo, el mundo de las terrazas es muy distinto. Esto no es una desescalada; para nosotros es una ruina.

- Pero ustedes han pedido a la Federación de Concejos que haya un acuerdo entre los ayuntamientos para adoptar algunas medidas, como la ampliación de las terrazas.

-Sí, pero no hemos obtenido respuesta. Ese organismo tiene una estructura y unos costes que pagamos todos los asturianos y estamos pidiendo a los alcaldes que adopten medidas conjuntas para la reactivación y son incapaces. Y lo mismo ocurre con las tasas e impuestos municipales.

- ¿Hay que entender entonces que muchos negocios no abrirán?

-Pues abrirán probablemente negocios que ya tengan pocas mesas y que lo lleve un matrimonio de autónomos. Pero los que tengan que tener camareros, pues echarán muchas cuentas para saber si le compensa. Porque como además no han atendido las peticiones de ampliar los expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor más allá del estado de alarma, pues muchos empresarios no abrirán hasta ver qué pasa.

- ¿Cuál es la consecuencia de que no se hayan ampliado esos expedientes?

-Los hosteleros, sobre todo los de las zonas turísticas, confiaban en la Semana Santa para enlazar ya con el verano y salvar el año. Pero no ha habido turismo y han enviado a sus camareros al ERTE por fuerza mayor. Supongamos que ahora, cuando se pueda abrir al 50 por ciento, incorporan a tres camareros, cocinera, y pinche, si el negocio no funciona, no puede volver a enviarlos a ese ERTE. Y si se ven obligados a incorporar a toda la plantilla con el fin del estado de alarma, al final tendrán que cerrar porque no cubrirán ni los gastos.

- ¿Cree que serán muchos los negocios que se vean abocados al cierre?

-Sé que todos los días recibimos llamadas preguntando cómo hay que hacer para cerrar. A ver, que un bar, un restaurante, no son centros sociales, son negocios para ganar dinero, no para perderlo.

- También los hoteles podrán abrir con un tercio de ocupación.

-Otro absurdo. A ver, si no hay turistas, para qué quieres abrir un hotel. Pero además, si abres no puedes abrir el restaurante ni las zonas comunes. ¿Entonces para qué va a venir nadie?, que además no va a venir porque no hay a dónde ir. Es que es una detrás de otra.

- ¿Y los camping?

-Otra incógnita. Supongamos que se considera como segunda residencia para los que tienen allí sus caravanas o sus bungalows. Entonces en teoría podrán ir, pero ¿qué pasa con los baños? ¿Cómo se van a poder utilizar? ¿Y el resto de instalaciones y zonas comunes?

- ¿Usted ve o no el final del túnel?

-Yo quiero ver la luz al final del túnel para seguir avanzando, no para caer al precipicio. Con los porcentajes de aforo y las condiciones para la apertura de los alojamientos, no tiene sentido abrir. Sin movilidad entre provincias ¿qué clientes se van a alojar?

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