Todas las personas fallecidas con coronavirus en el Principado hasta el pasado lunes (254), padecían alguna patología asociada previa. En concreto, más de la mitad (58,6%) sufría hipertensión arterial y el 44,5% alguna cardiopatía, especialmente isquémica. Además, dos de cada diez eran diabéticas y otra parte sufría Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma o bronquitis. Estas son algunas de las conclusiones del Estudio de mortalidad con coronavirus en Asturias elaborado por la Dirección General de Salud Pública. La tasa de mortalidad hasta esa fecha se situaba en 24,7 casos por cada cien mil habitantes.

La edad promedio de los fallecidas se eleva a 83,5 años, muy por encima de la media de los casos positivos en COVID-19, que se sitúa en 61,7. Las edades en el momento del fallecimiento eran superiores en las mujeres que en los hombres. En este sentido, entre la población femenina casi todos las muertes por coronavirus ocurren a partir de los 80 años, mientras que entre la masculina los decesos aumentan gradualmente.

Por sexos, las proporciones son muy similares: las mujeres representan el 50,7%, con 129 defunciones, y los hombres suponen el 49,3%, con 125 decesos. Además, en la comparativa con la tasa nacional, realizada el 25 de abril, el Principado registraba una tasa de 22,6 muertes por cada 100.000 habitantes, la mitad que la media nacional (47,9), y cinco veces más baja que en las comunidades con mayor número de fallecimientos, como Madrid (116,3) y Castilla La Mancha (110,9).

Residencias

El estudio también analiza las 163 defunciones con coronavirus que se produjeron hasta el 27 de abril en residencias de mayores. En términos generales, 6 de cada 10 fallecimientos producidos en Asturias por COVID-19 fueron entre mayores institucionalizados. Las mujeres copan el 61por ciento de los decesos y los hombres, el 38,7 por ciento.

"Cada fallecido con coronavirus es una tragedia para familias enteras. Por eso, aun debiendo explicar los datos con una perspectiva científica, sabemos que no son simples números. Cada muerte nos duele como propia", señalaron fuentes del Ejecutivo.