El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, acaba de explicar que el calendario de exámenes de la institución académica se desarrollará en el periodo comprendido entre el 13 de mayo y el 27 de julio con el objetivo de dotar de una "mayor flexibilidad" a la evaluación de los estudiantes.

En rueda de prensa, tras la celebración del Consejo de Gobierno, ha explicado que se fijarán cuatro fases para la modalidad no presencial y presencial y en función de si la convocatoria es ordinaria y extraordinaria.

Así, del 13 de mayo al 2 de junio se mantiene la convocatoria ordinaria para las pruebas que se realizarán de manera telemática. Posteriormente, desde esta ultima fecha y hasta el 3 de julio los centros deberán fijar un periodo de tres semanas para los presenciales, pero si veinte días antes de su realización no se dan las condiciones de seguridad se realizarán de manera telemática también.

El periodo comprendido entre el 6 y 27 de julio se habilitará para la convocatoria extraordinaria de los presenciales, a expensas de las mismas condiciones. Según los últimos datos disponibles, los centros ya han confirmado que más de 3.000 exámenes se realizarán de manera telemática, lo que supone que, hasta el momento, el 60 por ciento de las pruebas se realizarán bajo esta modalidad.

En este punto, el rector ha señalado que se están haciendo controles diarios de las plataformas que los estudiantes utilizarán, ensayos que "están funcionando".Asimismo, ha indicado que la Universidad facilitará los equipos informáticos a aquellos alumnos que no dispongan de ellos, y que ha cifrado en un uno por ciento, para lo que está realizando la compra de ordenadores y tarjetas de datos de conexión a Internet, que se une a la iniciativa de varias empresas que también cederán material.

Además, ha dicho que, a medida que las instalaciones de los Ayuntamientos estén disponibles, los estudiantes podrían acudir a realizar allí las pruebas, como también podrían hacer uso de las aulas de ordenadores de la universidad, todo ello en función de las restricciones de movilidad que existan en ese momento.

García Granda ha admitido que habrá "más dificultades" para detectar algún tipo de fraude por parte de los estudiantes en la ejecución de las pruebas, si bien ha señalado que existen "protocolos" y "normas" que permitirán un proceso con todas las garantías.

"Si hay reclamaciones, tendremos pruebas por las que puedan demostrarse que alguien ha usado medios ilícitos", ha apuntado. En relación al retraso en el inicio del próximo curso universitario, ha confiado en que pueda comenzar en la fecha prevista para el 10 de septiembre, aunque ha insistido en que el aplazamiento no iría más allá del día 15 de ese mes.