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Crisis del coronavirus

Las peluquerías asturianas se preparan para la vuelta al trabajo con una aluvión de citas

Decenas de clientas colapsan las citas en las peluquerías de Asturias a partir del lunes: "Lo que más piden es teñir y cortar"

Las peluquerías asturianas se preparan para la vuelta al trabajo con una aluvión de citas

"Llevo desde primera hora de la mañana atendiendo el teléfono y a las vecinas que se asoman a la ventana a preguntar cuándo abro". La peluquera gijonesa Rosa Toral se apuraba ayer en la limpieza y adecuación de su salón, en el barrio gijonés de El Carmen, con la vista puesta ya en el próximo lunes, cuando pondrá de nuevo en marcha su negocio para atender a una lista "bien grande" de clientas, deseosas de darse un retoque después del confinamiento.

"Voy a tener que abrir a las ocho", señala la peluquera, porque "ya cuando empezó el estado de alarma en marzo la gente me llamaba para pedirme vez, todo el mundo quería ser el primero cuando reabra. Y ayer, antes de acabar la rueda de prensa del presidente, ya estaban llamándome para recordármelo".

De momento trabajará ella sola, y a partir del 11 de mayo se incorporará otra empleada. "Una tercera está de baja",matiza. Y lo harán con todas las medidas de seguridad posibles, aunque "no te niego que me da un poco de cosa, estamos muy cerca de las clientas y da un poco de miedo", confiesa. A los guantes, mascarillas y mamparas Rosa Toral añadirá "un termómetro que tengo encargado para tomar la temperatura a todos los clientes cuando entren", así como gel desinfectante en cantidad y con intervalos de una hora entre clienta y clienta. "Es el tiempo mínimo para recibir a la gente, trabajar y cobrarles sin que se junten aquí más personas", explica, temerosa de que "las medidas vayan demasiado deprisa; tenemos que ir lentos, pero seguros", resume con cautela.

Las clientas la esperan como agua de mayo, porque "esta es una peluquería de barrio, nos conocemos todas y la gente si ve que estoy aquí me llaman o se asoman para preguntarme cuándo pueden venir". La lista es larga, sobre todo con "señoras de una cierta edad para teñir y cortar, es lo más urgente". Tanto,que "ya tengo toda la semana que viene completa, y voy a tener que ampliar horarios", asegura.

En la misma situación está Nidia Valenzuela, con dos peluquerías también en Gijón: una en Contrueces y otra en Canga Argüelles. "La gente no deja de llamar para pedir cita, la verdad es que estoy sorprendida", confiesa en mitad de los preparativos para la reapertura: limpieza a fondo con lejía y "desinfección con unas máquinas de ozono que me van a traer". En su caso "tengo muchísimas ganas de empezar a trabajar, casi nací en la peluquería y se hace muy difícil", asegura.

El próximo lunes atenderá en sus salones a un máximo de dos clientas a la vez, separadas por mamparas y con todas las medidas de seguridad. Trabajarán dos peluqueras y las citas se darán cada dos horas. "La gente lleva una semana llamando y preguntado, y ya tengo un montón de citas para teñir durante toda la semana",explica Valenzuela, encantada con la respuesta de una clientela "muy fiel ,de cierta edad y de toda la vida". Y eso, pese a que "tenía miedo, pero la gente es muy entrañable y están deseando venir". Para empezar por los pelos.

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