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Crisis del coronavirus

Los especialistas pasarán consulta por videollamada

Salud propone que los médicos de familia atiendan de forma presencial a entre quince y veinte pacientes al día; el resto, por teléfono

Los especialistas pasarán consulta por videollamada

Medicina más informática da como resultado la telemedicina, una práctica sanitaria que desde hace años utilizan los astronautas para recibir tratamiento a distancia y que ahora se ha convertido en la fórmula magistral del Servicio de Salud para avanzar por el camino de la normalización asistencial, según consta en el borrador de desescalada que el Principado ha presentado a los sindicatos. De esta forma, algunos especialistas tendrán en su mano la posibilidad de pasar consulta por videollamada y evitar así el viaje de los pacientes al hospital. El reto: evitar aglomeraciones en la primera oleada del nuevo coronavirus. Con el mismo objetivo, los médicos de familia asturianos reordenarán sus apretadas agendas para atender durante las próximas semanas a entre 15 y 20 pacientes como máximo de forma presencial. Entre medias intercalarán consultas telefónicas y visitas a domicilios.

La transición a la normalidad se realizará siempre previendo un rebrote y se acatarán importantes medidas de seguridad hasta al menos enero de 2021, que se deberá analizar cómo se comporta el virus en época gripal.

Centros de salud. Los profesiones podrán ver ampliado o diversificado su horario "para evitar la circulación de personas", de acuerdo al borrador de desescalada de Salud, que incide en que se potenciarán las consultas programadas. En las próximas semanas se sopesará también la realización de analíticas y pruebas diagnósticas para el estudio de cuadros sintomáticos a pacientes que las justifiquen y se implementarán estrategias para captar a personas vulnerables de sufrir COVID-19. Avanzan, a su vez, que se mantendrá por el momento la actual reorganización de los centros de salud.

Hospitales. Uno de los principales retos se centra en la detección de la infección o la respuesta inmune contra el SARS-COV-2 entre pacientes y profesionales para retomar la normalidad asistencial. Se harán test a los enfermos antes de cualquier intervención quirúrgica, prueba invasiva o ingreso programado. Las pruebas de diagnóstico -PCR o Elisa, como se conoce a los test rápidos- se analizarán en el HUCA, el San Agustín, Cabueñes y el Valle del Nalón "para evitar cuellos de botella". También se prevé "dimensionar las plantillas manteniendo o realizando nuevas contrataciones" y "definir a los profesionales que puedan estar en primera línea asistencial". En el área de hospitalización ganará valor al plan de humanización, mientras que en las consultas presenciales habrá que guardar una separación de al menos dos metros en las salas de espera. Quedarán asimismo restringidos los acompañamientos salvo para pacientes pediátricos (que también podrán estar con una persona por ingreso por COVID-19) o dependientes.

Respecto a las UCIs, el documento incide en que las del HUCA y Cabueñes serán las unidades de referencia para COVID-19 positivo. En los servicios de Urgencias se mantendrán los pre-triajes en el exterior. La información a los familiares de los enfermos se ofrecerá de forma no presencial.

Salud Mental. En Salud Mental, y ante el aumento de trastornos ansioso depresivos que se prevén, se reforzarán las unidades de gestión cínica. Se mantendrá, por el momento, el teléfono de apoyo psicológico. El texto de Salud, por ahora un borrador, también incluye consejos sobre cómo actual con pacientes oncológicos, en diálisis o usuarios de residencias de mayores así como la relevancia del Servicio de Atención Médico Urgente en la desescalada sanitaria, que llega con un drástica disminución de la actividad sanitaria por COVID-19.

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