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JUAN COFIÑO | Vicepresidente del Principado, a cargo de la desescalada

"Debemos revisar todo el gasto, incluido el de personal, ante el coste de la pandemia"

"Hay que examinar el modelo asistencial a mayores; el virus levantó el velo de los geriátricos y a todos nos incomoda"

Juan Cofiño, en su despacho en el edificio administrativo del Principado. | MIKI LÓPEZ

Juan Cofiño, vicepresidente y consejero de Infraestructuras, es el encargado de planificar la desescalada en Asturias, adaptando los planes del Gobierno a la realidad y necesidades del territorio regional.

- ¿El Gobierno central ha acelerado el plazo previsto por el Principado?

-En todo plan es necesario trabajar con horizontes y en esta pandemia no hay precedentes ni experiencias, en ningún sitio. Es cierto que se acortan los plazos respecto a lo que todos intuimos, pero también es verdad que es dinámico y que podrá sufrir correcciones. La tercera fase , la de la "nueva normalidad" no es la vuelta a la normalidad que conocimos. Eso será cuando tengamos vacunas o remedios. Todos estamos ante muchas incertidumbres y una de ellas es la del tiempo.

- ¿Qué propone Asturias?

-Habíamos avanzado en un modelo muy similar, pero ante este marco lo hemos reconducido. Queremos complementarlo, porque es cierto que el plan del Gobierno central tiene lagunas y huecos que desarrollar, sobre todo desde la perspectiva asturiana.

- ¿Ven bien que la unidad mínima sea la provincia? Hay quien pide tomar como referencia las áreas sanitarias.

-Se propone una desescalada asimétrica y por territorios, tomando la provincia como base: Cataluña no huye de ese ámbito por razones sociopolíticas; otros creen razonable el área sanitaria. En Asturias optaremos más por las comarcas naturales: tienen una unidad geográfica, y donde la incidencia sea baja se permite mejor el aislamiento. Suelen tener un eje de comunicación, una villa de referencia...

- Proponen que las zonas rurales salgan antes del desconfinamiento. ¿Cómo se controlará la movilidad?

-El aislamiento es básico para luchar contra la pandemia. Y en esa cuestión debemos apelar a la responsabilidad y conciencia de cada uno. Las fuerzas de seguridad estarán para disuadir y sancionar: Policía Nacional, Guardia Civil, policías locales e incluso el Ejército, si fuera el caso. Pero antes que las sanciones está nuestra responsabilidad. En general he de decir que el comportamiento de los asturianos hasta ahora ha sido correcto.

- Al Presidente, Adrián Barbón, le ha preocupado el flujo de personas entre autonomías.

-El aislamiento es clave y es una tarea común. Asturias es una tierra de acogida; eso debemos preservarlo. Se trata de aislarnos todos, no unos contra otros.

- El riesgo de rebrote está ahí.

-Los epidemiólogos están casi seguros que será inevitable: lo vemos en Singapur, Japón o Alemania. Iniciamos este proceso, pero no hay que descartar que sea reversible; por eso apelamos a la prudencia. De nuestro comportamiento dependerá que volvamos al punto cero. Eso sería desastroso.

- ¿Habrá romerías en la nueva normalidad? ¿Dará tiempo a que se celebren el Carmín o el Descenso del Sella?

-Todos quisiéramos poder socializar pronto, pero hay que evitar por el momento esos escenarios. En ocho semanas veremos cómo estamos, pero a día de hoy, ahora mismo, la respuesta tiene que ser negativa.

- ¿En qué cambiarán los hábitos de los asturianos?

-Seguramente varíen los modelos de relación y los hábitos de consumo tendrán correcciones. Parece probable que se regrese al consumo autóctono, de cercanía. Hay hábitos que vendrán para quedarse, como el de las mascarillas, que solo veíamos en orientales. El teletrabajo tendrá su espacio. El consumo de productos a domicilio habrá ganado algunos puntos. En estos días hemos experimentado nuevas formas de consumir, comunicarnos y trabajar. Algo se quedará.

- El mazazo económico será brutal: piense en los bares que deban abrir con aforo limitado.

-Todos los pronósticos coinciden en que la repercusión en el PIB será importante, y solo saldremos uniéndonos en objetivos comunes. Nuestro presupuesto no permite muchas posibilidades y por eso buscamos apoyo del Gobierno de la nación y de la UE. Queremos conocer el marco económico, las claves de flexibilidad en el déficit público o la deuda, porque necesitaremos políticas expansivas.

- Hábleme de la hostelería.

-Es uno de los sectores más afectados en Asturias y España y hay que ayudarle. Lo estamos haciendo dentro de nuestras posibilidades, con ayudas a autónomos o para afrontar los pagos. Todas las medidas son escasas porque no tenemos la fuerza presupuestaria que quisiéramos, pero plantearemos que a aquellos establecimientos en los que la apertura con un tercio de aforo sea inviable se les prorrogue previa petición el ERTE para sus trabajadores. Queremos también que funcionen mejor los créditos ICO. Concertaremos con los ayuntamientos soluciones para las terrazas, con ampliaciones por concesión gratuitas o no onerosas. Es un sector de suma importancia.

- ¿Subirán los precios? ¿Temen que se dispare el IPC?

-Eso es preocupante y cabe esperar un repunte en los próximos meses. Hay que ser sensibles para controlar ese proceso y que no termine con un impacto en segmentos de población que han entrado en la zona de sombra de la pobreza. Esta pandemia nos ha desnudado a todos y nos ha mostrado con más claridad la desigualdad. Estamos en el momento de mayor riqueza global pero en el punto más alto de desigualdad, como señala el economista francés Thomas Piketty. Debemos impedir que se amplíe esa desigualdad.

- ¿Se prevén recortes de sueldo a los empleados públicos?

-Ahora mismo no estamos en condiciones de responder a eso, pero me gustaría decir una cosa. En todos los ámbitos y también en el Principado estamos obligados a hacer una reflexión sobre el gasto. En Asturias partíamos de una situación presupuestaria ajustada y ha sobrevenido la pandemia. Las previsiones a corto, medio y largo plazo de ingresos y gastos están abiertas. La hibernación de la actividad recorta también lo que entra en las arcas públicas y el gasto se ha disparado. Debemos hacer una gran reflexión para ser más eficientes en la administración. Y eso incluye todos los capítulos, incluido el de personal. Es algo que quizás debimos haber hecho antes pero ahora es absolutamente necesario.

- ¿Se suspenderán ciertas mejoras acordadas, por ejemplo?

-Le insisto que aún no estamos en ello, pero es necesaria esa reflexión sobre el gasto. También en función pública. Yo quisiera una administración muy eficiente y sin gastos a mayores que no podamos sostener.

- ¿El presupuesto de este año es papel mojado?

-Nada ha quedado incólume. El presupuesto no se está gestionando en los términos en que se aprobó, la factura sociosanitaria está disparada. Debemos hacer no solo una reflexión para el año, sino para toda la legislatura. La UE aún no nos ha ofrecido los parámetros básicos en los que debemos movernos. El déficit, la deuda y el techo de gasto nos vienen dados y esperamos que nos ayuden a insuflar la economía. Y al tiempo, habrá que revisar los capítulos de gasto.

- ¿Se plantean elaborar unos nuevos presupuestos?

-Habrá que reformularlos. Si es posible los reconstruiremos dentro del actual marco, pero eso es compatible con que llevemos a la Junta una ley de crédito que los complementen.

- ¿Ve en Asturias clima para unos "pactos de Fruela"? En España no soplan vientos proclives a acuerdos de reconstrucción.

-Es una pena. El país necesita grandes pactos y alianzas. Creo que en Asturias estamos mejor; la relación con todos los grupos es fluida en lo personal y de normalidad en lo político. Hay además que tener en cuenta la peculiaridad en Asturias, con casi todos los grupos en procesos internos y con liderazgos provisionales. El PSOE pasó esa etapa y ahora estamos en un momento de estabilidad. En Asturias buscaremos acuerdos parlamentarios de base amplia, desde la óptica de la izquierda, sí. Pero una situación tan particular justifica acuerdos amplios, e incluyo al PP. Me refiero a acuerdos en lo básico, en afanes comunes.

- ¿Cómo valora la actitud de los populares?

-En lo nacional la postura es incomprensible, poco leal con el país. Ya habrá tiempo para el reproche, pero ahora se necesitan otras actitudes. En Asturias hay un liderazgo provisional y seguramente eso invite al seguidismo. Yo quisiera que ese liderazgo en Asturias se consolidara ya. Tengo una magnífica relación con Teresa Mallada (portavoz del PP) y creo que desde la fortaleza de los liderazgos se pueden establecer acuerdos de largo recorrido.

- En Podemos hay voces proclives a un acercamiento al PSOE. ¿Se plantean conformar un gobierno de coalición con Podemos e IU?

-Estamos cómodos en el formato actual, con una mayoría minoritaria pero cualificada, y con un acuerdo sólido con IU. Queremos ampliar esa mayoría con Podemos, pero también con Ciudadanos, Foro o el PP, sin perder nuestras señas de identidad.

- Elija aliado parlamentario: ¿Podemos o Ciudadanos?

-Nuestra base es el acuerdo con IU y deberíamos ampliar nuestras alianzas a izquierda y derecha. En Podemos parece que hay un debate. No me interprete mal, pero hay un momento en que pasas de la adolescencia a la edad adulta. Ciudadanos también está en eso: desde que Rivera se apartó por mandato de sus votantes, el partido hace una profunda reflexión. Parece que aquel Ciudadanos árido y desagradable se ha orillado y estamos ante otro más proclive a pactar y construir. Exploraremos todas esas posibilidades, sin descartar otros pactos puntuales con otras fuerzas.

- Luces y sombras de la gestión asturiana de la pandemia.

-Este es un camino entre la niebla y lleno de incertidumbres. Con todo, creo que estamos aprobando. Las muertes son siempre una desgracia, pero se pueden comparar datos epidemiológicos con otros territorios. Hay cosas que se han hecho bien y hay que agradecer el esfuerzo sanitario, político y personal. Pero por buscar sombras, si se refiere a las residencias de ancianos, ha ocurrido en toda España. Hemos tenido una población muy expuesta que ha motivado repuntes. Pero creo que se ha reaccionado a tiempo y esos centros han estado bajo control sanitario. Las cifras, siendo todas muy lamentables, admiten comparación.

- ¿Debemos revisar el modelo de residencias?

-Sin duda. Esa es otra enseñanza de esta pandemia. Hay que revisar el modelo asistencial de los mayores en el último tramo de su vida. En derecho se usa la expresión del "levantamiento del velo". Aquí se ha levantado el velo que ocultaba el paisaje de las residencias. A mí me resulta incómodo pensar en lo que hemos visto; a todos. Tenemos que humanizar más ese modelo.

- ¿Nuevo plazo para la Variante de Pajares? ¿Del corredor del Navia debemos olvidarnos?

-De la Variante se dijo que acabaría en 2021 y se abriría un periodo de pruebas. Con la hibernación la Variante ha sufrido, pero las obras han vuelto a ejecutarse parcialmente. Es posible que haya un retraso, pero las previsiones es que no sea preocupante. Respecto a la carretera del Navia, acondicionarla era urgente y lo es ahora, porque está mal. Tenemos un proyecto en redacción con un encaje presupuestario racional. No va a ser una carretera de 200 millones: eso era un disparate imposible. Invito a cualquiera a visitar Suiza o Austria y ver qué carreteras se hacen en situaciones homólogas.

- Dígame, ¿no es frustrante que no hayamos sabido activar la producción nacional de bienes sanitarios?

-Esa pregunta abre un gran abanico. Con la pandemia tuvimos que hacer aprovisionamientos que no teníamos: es un efecto de la globalización sin gobernanza. Sobre eso debemos reflexionar. Hay una desprotección estratégica y los estados debemos pensar en recuperar un papel que vaya más allá de la regulación. La economista Mariana Mazzucato, llama la atención sobre la necesidad de que el Estado recupere papeles en la industria, la investigación? No hablo, como se dice, de nacionalizaciones, sino que el estado no dimita de su participación en asuntos estratégicos.

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