El aguacate, además de estar de moda, es un alimento muy saludable, rico en grasas buenas, vitaminas y potasio. Es un fruto que se suele dar en climas cálidos y que requiere de un proceso laborioso para que germine. Si estás pensando en plantar un pequeño huerto en casa, te explicamos cómo debes plantar su semilla y todo el proceso para lograr cultivar aguacates en casa. (Aquí te dejamos también recetas con aguacates).

La pepita

La pepita o el hueso central del aguacate es la clave. Hay que limpiarlo bien y atravesarlo con tres palillos grandes (tipo los que se utilizan para los pinchos morunos). Esto se hace para que los palos no dejen caer la pepita al completo en un vaso con agua y sólo se moje la mitad.

El vaso con la semilla tiene que estar en un lugar seco y soleado. Cuando el agua se vaya absorbiendo hay que rellenar el vaso.

En unas 4 semanas aparecerán los primeros brotes en la parte de arriba y las raíces en la de abajo. A partir de entonces hay que cambiar el agua de forma más regular (cada dos días). Una vez que el hueso se rompe y el tallo y la raíz crecen demasiado para estar en el vaso es el momento de transplantar.

Transplantar

Una vez que el tallo de la planta crezca unos 20 centímetros se debe transplantar a una maceta o a la tierra.

  • En maceta: a los aguacates le gusta la tierra cuyo PH sea de 5 a 7 y que esté suelta. En una maceta grande puede sobrevivir un par de años con mucho riego y podas regulares.
  • En tierra: elige la zona más soleada del campo o jardín porque los aguacates no son amigos del frío. Las fechas ideales para podar es la primavera y principios de verano.

Como regar

Al aguacate le gusta el agua constante por lo que lo mejor es el riego por goteo y a cada poco tiempo. No tolera los encharcamientos.