La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"La celebración fue distinta, pero ha sido un día muy especial para las dos"

Fue un Día de la Madre muy distinto, pero Lore Yagüe nunca lo olvidará. Porque, aunque no pudieron cumplir con la tradición de salir todos en familia a comer, su hija Deva Pérez la llenó de regalos. De los que más les gustan a las dos: hechos por la pequeña, después de dos largos días de trabajo en su habitación. Luego salió a dar el paseo diario por Pola de Lena, pero esta vez con una condición clara: "Hoy quiero hacerlo todo con mamá", dijo la niña, de seis años, en cuanto se despertó.

Deva Pérez es muy madrugadora, pero ayer se le cayeron las mantas. "Se acostó tarde la noche antes, porque estuvo trabajando mucho en el regalo, y no se despertó hasta las once o así. Es un Día de la Madre distinto, pero muy especial". La pequeña tenía preparada una postal con purpurina para su mamá, en la que se lee "Feliz Día", pero recibió un "chivatazo" de que iba a salir en LA NUEVA ESPAÑA y decidió hacer otro regalo extra: un nuevo dibujo, con una mariposa, y el lema "Todo va a salir bien".

"Estuvo encerrada en su habitación y, cuando intentaba abrir la puerta, me decía: 'No entres, no entres que es sorpresa'", rió ayer Lore Yagüe. La pequeña se ha portado como una campeona en las últimas semanas: "Ella es muy casera, así que lo llevó muy bien". Lo único que echa en falta es poder ir a "casa de güelita". "Tengo muchas ganas de que el Presidente me deje dormir allí", asegura la niña. Lleva mal el distanciamiento, aunque la puede ver -guardando la distancia de seguridad- porque vive muy cerca de ella.

Eso sí, ayer agradecieron poder salir un poco de casa y caminar juntas al sol del mediodía: "Mejor esto, aunque sea poco, que la situación de hace quince días". "Ahora no le vale solo con un paseo, le encanta ir a ver a Julia". Julia es otra niña de dos años, hija de la mejor amiga de Lore Yagüe, a la que visita casi a diario. Le pide que se asome a la ventana para verla: "Tiene muchas ganas de jugar con ella. Aunque es muy tranquila y está muy bien con nosotros en casa, ya empieza a echar de menos jugar con otros niños".

Aunque no pudieron ir a un restaurante ni hacer otros planes, sí se sentaron juntos -papá, mamá y Deva- a comer después del paseo. La tarde la tenían reservada también para hacer algo juntas. El plan estaba sin decidir, aunque casi seguro que eligió Deva. Recompensa por una mañana llena de dibujos, besos y abrazos para mamá.

Compartir el artículo

stats