El Ingreso Mínimo Vital (IMV) se aprobará este mes y comenzará a cobrarse en junio, si se cumplen los plazos anunciados ayer por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Esta prestación tendrá un coste para las arcas públicas de 3.000 millones de euros al año cuando su implantación sea completa. Escrivá anticipa que ese ingreso erradicará casi todos los hogares con pobreza severa, que cifra en el 20 %. El ministro considera que es "un hecho no opinable" que en España las políticas públicas son muy poco redistributivas, lo que sitúa al país a la cola de Europa.

Después de la controversia sobre los plazos mantenida con el vicepresidente Iglesias, Escrivá anunció, durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, que el ingreso mínimo "estará en marcha en pocas semanas y podremos desplegar ya la prestación". "Es un ingreso mínimo muy importante y estará puesto en marcha en mayo y a partir de ahí se podrá pedir y empezar a hacer los pagos ya en junio", concretó el titular de la cartera de Inclusión.

Pensiones garantizadas

En una rueda de prensa posterior a la sesión de la Cámara Alta, el ministro Escrivá salió al paso de informaciones que apuntan a futuros recortes de pensiones, que desmintió "rotundamente". "Que nadie dude de la solvencia de las finanzas públicas. No hay ningún problema de sostenibilidad de deuda", afirmó el ministro al analizar los datos de afiliación a la Seguridad Social de abril. Con estas informaciones se genera un ambiente "absolutamente intolerable" que se traslada a los pensionistas, "un colectivo que ya no tiene capacidad de recuperar rentas a través del trabajo", expuso el ministro. Escrivá defiende que la crisis actual, aunque más intensa, nada tiene que ver con la de 2008, en la que la deuda pública aumentó en 65 puntos porcentuales de producto interior bruto, mientras que ahora el incremento será más contenido.