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Galicia ya pasea como Asturias: sin límites en núcleos de menos de 5.000 habitantes

La Xunta, que reclamó aplicar la norma al modo asturiano, autoriza que sea la localidad y no el concejo la referencia para fijar las franjas horarias

Galicia entra una semana después en la vía asturiana del desconfinamiento. Después de evacuar consultas a Madrid, un tuit del presidente del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confirmó lo que en el Principado ya se sabía, que se puede salir a pasear sin prestar atención a franjas horarias en todos los núcleos de población con menos de 5.000 habitantes.

Así se hará desde hoy, "como pidió la Xunta hace días y ayer (por el miércoles) reiteré a Pedro Sánchez", dice el presidente gallego en Twitter. "Agradezco la rectificación. Igual que si el Gobierno se equivoca es mi obligación decirlo, reconozco sus aciertos". Todo deviene de la equivocación de la primera comunicación del Ejecutivo central sobre las horas del paseo y el deporte. El 30 de abril, jueves, dijeron que no habría límites horarios por edades en los municipios de menos de 5.000 habitantes, pero como viene siendo desgraciadamente habitual el Boletín Oficial del Estado les rectificó al día siguiente.

El texto literal del Real Decreto hablaba en realidad de "municipios y entes de ámbito territorial inferior al municipio que administren núcleos de población separados con una población igual o inferior a 5.000 habitantes..." Ahí empezó la confusión. Las llamadas, el caos. Los ayuntamientos pidieron doctrina a la Delegación del Gobierno, desde aquí llamaron a Madrid y Asturias acabó considerando el núcleo como referencia. Galicia esperó a tener más certezas, que ahora son las mismas, pero allí se aplicarán a partir de hoy.

La primera versión, que utilizaba como unidad de medida la población de cada concejo, habría creado -y de hecho, creó en Galicia- paradójicas diferencias entre los habitantes de pequeñas aldeas en municipios grandes -obligados a salir con restricciones por franjas de edad- y los de villas más pobladas, capitales de concejos pequeños cuyos habitantes podrían pasear con libertad de horarios

No es la primera vez que ante los reales decretos del estado de alarma y las regulaciones de lo que se puede y no se puede hacer hacen falta exégetas, intérpretes más o menos autorizados de la palabra escrita por el Gobierno en el BOE. Pasó por ejemplo con aquella otra confusión de finales de marzo y principios de abril respecto a qué parte de la industria era "no esencial" y debía parar cuando se decidió endurecer al máximo la restricción de la movilidad. O cuando aquel domingo por la noche no se sabía muy bien quién tenía que ir a trabajar el lunes.

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