El regidor de Peñamellera Alta, José Antonio Roque Llamazares (Foro), no tolera a "chulos" en su concejo. Cuando el estado de alarma confinó a la población en sus domicilios, dice, "ya avisé de que no iba a pasar ni una, y así voy a seguir, porque es mi deber y obligación como alcalde", recordó.
Por eso, el pasado jueves, denunció ante la Delegación de Gobierno y ante la Guardia Civil la presencia en Alles (la capital de Peñamellera Baja) de "un jeta que vino de Madrid" al municipio cuando legalmente no está permitida la movilidad, ni tan siquiera, entre concejos vecinos de la región. Según explica el Alcalde, los efectivos de seguridad no tardaron en llegar a la zona de este extremo oriental de Asturias: "Varias patrullas se personaron en su domicilio y como es normal aplicaron la ley" con lo que el hombre "se fue de vuelta por donde había venido", celebra el regidor peñamellerano.
Roque alaba la actitud de los vecinos de su municipio. "Son muchos los que estuvieron en casa casi dos meses sin salir ni a pasear y, en muchos casos, con gran necesidad de hacerlo por motivos de salud". Con lo que el regidor reconoció haberse puesto de "muy mal humor" al acudir a su despacho del Ayuntamiento y encontrarse con "la sorpresa" de ver a una persona que no debería estar allí teniendo en cuenta el confinamiento establecido por el actual estado de alarma. "¿Qué se creen, que en los pueblos somos invencibles, o qué?", se pregunta indignado el Alcalde.
"Ya empezamos a ver la luz al final del túnel y lo mejor que podemos celebrar es que tenemos cero positivos entre nuestros vecinos", subraya el regidor. Por eso su indignación al ver que el esfuerzo de la sociedad peñamellerana no puede echarse por tierra ante la visita de personas que, igual que el resto, no ha de salir de su domicilio salvo en las horas establecidas y, en ningún caso, estar fuera de la comunidad autónoma a la que pertenezca. La denuncia de Roque es la primera hecha pública por un alcalde en Asturias. No obstante, hubo regidores que durante la pandemia tomaron la determinación de cerrar sus municipios a visitas ante la posible llegada de vecinos de segundas residencias. Fue el caso de Cudillero o Valdés, durante la pasada Semana Santa
Hubo otros puntos de la región donde los propios vecinos denunciaron la presencia de esos inquilinos que burlaron los controles de tráfico y llegaron hasta las zonas donde, con frecuencia, pasan sus períodos vacacionales. Ribadesella y Llanes fueron dos de esos rincones. Por su parte, la Federación Asturiana de Concejos (FACC) solicitó a los ayuntamientos que a través de la Policía Local extremaran los controles. E incluso, el presidente del Principado, Adrián Barbón, llegó a solicitar públicamente a la sociedad que denunciara si veía casos de incumplimiento de la legalidad vigente. Trasladó a su delegada del Gobierno, la necesidad de un refuerzo en la vigilancia para sancionar a quien incumpliera el estado de alarma.
