El análisis sociolingüístico de 5.254 tuits de respuesta a comunicados tanto del Ministerio de Sanidad como de Salud Pública durante el estado de alarma confirma que la agresividad en Twitter en España crece con esta situación excepcional, con comentarios de desprecio hacia los expertos.

El informe, a cuyas conclusiones ha tenido acceso EFE, es obra de investigadores de la Universitat Politècnica de Valencia y se ha centrado en los días previos a la declaración del estado de alarma y los primeros días de confinamiento total, del 12 al 16 de marzo.

En el trabajo se han analizado exclusivamente los tuits de respuesta a publicaciones de las cuentas del Ministerio de Sanidad y de Salud Pública durante esos días.

"Con este trabajo, entre otros objetivos, queríamos conocer los marcadores de actitud más frecuente utilizados en Twitter tras comunicados del Gobierno y, a partir de ellos, mostrar si existe una aceptación del poder en España, así como un respeto a sus decisiones", apunta María Luisa Carrió, directora del Departamento de Lingüística Aplicada de la UPV y coordinadora del estudio.

"Nuestro interés surgió por las noticias de los primeros días, que hablaban de alrededor de 1.700 detenciones y más de 200.000 propuestas de sanciones en España. Esto nos hizo cuestionarnos si existía respeto por las decisiones gubernamentales en momentos críticos en España", añade por su parte Alberto Conejero, director del Departamento de Matemática Aplicada e investigador del Instituto IUMPA de la Politècnica.

El estudio presenta un "pormenorizado análisis sociolingüístico" de los comentarios que se publicaron en Twitter durante los días en que se tomaron las medidas más drásticas en España en la crisis de la COVID-19. En él, los investigadores han revisado hasta cuatro veces los 5.254 tuits encontrados, que suman más de 110.000 palabras.

A partir de ellos, el trabajo identifica los marcadores de actitud y la existencia o no de respeto al poder en momentos críticos como son un estado de alarma nacional, la obligación de confinamiento y el cese de la actividad profesional en España.

Hay tres tipos de marcadores: de respeto -presentan una actitud positiva ante las notificaciones gubernamentales por la COVID-19-; de desprecio -reacción negativa ante los comunicados-, y emocionales -con palabras que denotan un sentimiento o emoción polarizada tras las notificaciones-, según María Luisa Carrió.

El análisis descubre más marcadores de respeto en los tuits publicados en respuesta el Ministerio de Sanidad que en los de Salud Pública, y más marcadores de desprecio hacia el poder en Salud Pública que en el Ministerio de Sanidad.

"De estos datos se desprende que los ciudadanos tienen respeto al poder en España, puesto que, para ellos, indirectamente, el Ministerio de Sanidad representa el poder 'puro', mientras que Salud Pública representa a los expertos que, aunque dependen del Gobierno, según los comentarios encontrados, parece que son ellos los que toman las medidas respecto a la COVID-19 y les hacen responsables de los errores", apunta Conejero.

También destaca que los marcadores de respeto se usan para agradecer, apoyar o preguntar al Gobierno, comprendiendo que es una situación crítica, pero con un léxico neutro; por el contrario, el tono de los marcadores de actitud de desprecio contiene una polaridad negativa muy marcada, fruto de la crisis por la COVID-19.

En el caso de los marcadores negativos, destacan palabras como "riesgo", "ninguna", "irresponsable", "vergüenza", "riesgo", "mentir" y "dimitir", términos con una polaridad negativa y crítica con el Gobierno, que transmiten agresividad.

"Y a con el estado de alarma la alarma, el número de marcadores agresivos iba en aumento", añade Conejero.

Para la coordinadora del estudio, el trabajo aporta una visión sociolingüística de los marcadores actitudinales en Twitter: "A partir de ellos, hemos podido observar que la reacción de los españoles ante las decisiones que adopta el Gobierno es agresiva, existe una actitud intensa de desprecio y no se acepta la distancia al poder", concluye María Luisa Carrió.