La puesta en marcha de un sistema para detectar cualquier indicio de repunte de la pandemia de covid-19 y para rastrear a los contactos de los nuevos infectados ha llevado a la Consejería de Salud del Principado a contratar a un equipo de 30 profesionales para el servicio de Vigilancia Epidemiológica. El plan se pondrá en marcha pasado mañana, lunes, coincidiendo con el paso a la fase 1 de la desescalada, explicó ayer el titular de Salud, Pablo Fernández, corroborando así lo anticipado el jueves por LA NUEVA ESPAÑA. "Si se aprecia cualquier aumento de casos, que los habrá seguro, se adoptarán medidas restrictivas y de control del virus", advirtió Pablo Fernández en el transcurso de una videoconferencia con el grupo de trabajo de la Junta General para el seguimiento de la crisis del coronavirus.
El Consejero subrayó que el sistema sanitario desplegará su máxima capacidad de realizar pruebas diagnósticas PCR en los hospitales HUCA (Oviedo), Cabueñes (Gijón), San Agustín (Avilés) y Álvarez-Buylla (Mieres) y que, como "complemento", se llevarán a cabo test serológicos para conocer "el grado inmunidad siempre que sea una necesidad". "Estamos monitorizando múltiples indicadores, con el objetivo de identificar la menor señal de alerta de repunte, mantenerlo bajo control y adoptar las medidas necesarias sin demora", indicó el titular de Salud, quien enunció el objetivo de fondo: "Seguir moderando la incidencia de nuevos casos y que el sistema de salud no se vea saturado, para así poder tratar a nuestros convecinos de los otros problemas de salud que padecen".
Respecto al hospital de campaña instalado en el recinto ferial Luis Adaro, de Gijón, dotado de 144 camas, Pablo Fernández indicó que podrá desempeñar un papel relevante en la vuelta a la normalidad de la actividad hospitalaria ante la necesidad de liberar espacios en estos equipamientos.
Por su parte, la gerente el Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, destacó que, a lo largo de la pandemia, se ha contratado a 1.635 profesionales de refuerzo en el ámbito hospitalario y a 334 en atención primaria, que "probablemente continúen". Saavedra añadió que se está estudiando el "dimensionamiento" de la plantilla de cara a las próximas fases de desescalada. En esta misma línea, el titular de Salud argumentó que los 16.000 millones que el Gobierno central distribuirá entre las comunidades autónomas para paliar el impacto del coronavirus deben "compensar el esfuerzo" que está realizando Asturias en materia sanitaria.
La gerente del Sespa indicó que, en el momento actual, solo cinco pacientes con coronavirus están siendo atendidos en la red privada -concretamente en el Centro Médico (Oviedo)-, y precisó que estos hospitales también pretenden recobrar la normalidad cuanto antes, si bien ante un posible rebrote volverían a poner sus camas a disposición de las autoridades sanitarias.
Preguntado por el riesgo de transmisión del coronavirus a través de las aguas de baño, el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, se remitió a un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que considera "muy poco probable" infectarse por este medio.
El grupo de Ciudadanos ha impulsado una moción en la que pide al Gobierno regional que presente en la Junta, en el plazo de un mes, un plan de reorganización de la atención primaria "que la rearme para atender en primera línea" los posibles rebrotes de covid-19.
Desde la bancada socialista, Carmen Eva Pérez subrayó la necesidad de "prudencia" en la vuelta a la normalidad: "No se trata de competir por ver quién llega primero al final de las fases, se trata de que lleguemos todos los asturianos sin dejar a nadie atrás", enfatizó.
