Las dudas de los hosteleros se repiten en el campo de los hoteles, los establecimientos de turismo rural y las actividades de aventura. Podrán abrir, pero no se prestarán servicios en las zonas comunes del hotel o alojamiento turístico, que permanecerán cerradas. No se permiten piscinas, spas, gimnasios, miniclubes, zonas infantiles, discotecas, salones de eventos y espacios no imprescindibles. Y como en bares y restaurantes, los aseos solo podrán ser utilizados por un solo cliente. Los establecimientos deberán colocar carteles informativos exponiendo las condiciones restrictivas de uso de las instalaciones y las normas de higiene. Debe garantizarse la debida separación de dos metros entre trabajadores y clientes y, si no es posible, se deben utilizar equipos de protección. Como en los supermercados, deben marcarse en el suelo los espacios, para evitar aglomeraciones. Los espacios deben limpiarse y desinfectarse al menos cada dos horas y debe facilitarse a los clientes medios para desinfectarse.

También hay mucha confusión respecto a las actividades de turismo activo y de naturaleza. El decreto dice que podrán realizarse en grupos de un máximo de diez personas, por empresas registradas de turismo activo, y las actividades se concertarán, preferentemente, mediante cita previa. Por tanto, no aclara si se podrá acudir a sendas como el Cares o la del Oso, u otras rutas de montaña.

El presidente de la Federación de Montaña, Juan Rionda, se mostraba ayer un poco confuso sobre este asunto. "Hemos preguntado a la directora de Deportes y nos ha dicho que en principio se mantienen las normas establecidas para la realización de actividades deportivas: aquellas personas de poblaciones de más de 5.000 habitantes podrán realizarlas, pero en la franja horaria prevista hasta ahora", indicó Rionda. No obstante, y dada la confusión del decreto, el presidente Adrián Barbón pedirá explicaciones sobre este punto en la videoconferencia de presidentes de hoy.