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Corea se toma los rastreos muy en serio

El país asiático busca a 5.517 personas que visitaron cinco locales de ambiente LGTBI en los que se ha registrado un brote de covid-19

Corea se toma los rastreos muy en serio

Los temidos repuntes de covid-19 se evitan con un férreo control de los nuevos infectados y con una implacable "persecución" de las personas con las que hayan mantenido un contacto estrecho en las semanas precedentes. En España y en Asturias, estos mecanismos se ponen en marcha ahora, coincidiendo con el paso a la primera fase de la desescalada de medidas restrictivas. Como ya es bien conocido, Corea del Sur es el prototipo de país que se toma muy en serio estos desafíos. Las autoridades del país asiático están tratando de localizar a unas 3.000 personas que visitaron los locales de ocio nocturno en los que se ha originado un nuevo brote de coronavirus en Seúl con el fin de evitar un nuevo aumento de casos.

El alcalde de la capital surcoreana, Park Won-soon, afirmó ayer que el Consistorio tiene datos de 5.517 personas que visitaron los cinco locales nocturnos afectados -los cuales registraban los nombres y teléfonos de todo el que entraba- entre el 30 de abril y el 5 de mayo. Park reconoció que hasta el momento solo han logrado contactar con 2.405 para que se sometan a test y se aíslen, y que se estima que 1.982 personas pudieron dar datos falsos al tratarse de establecimientos ligados a la comunidad LGTBI, fuertemente discriminada en Corea del Sur.

Las autoridades coreanas, férreas en su propósito de investigar los contactos que haya podido tener cada infectado, han enviado mensajes SMS a todos los números del país pidiendo que aquellos que visitaron los cinco establecimientos se sometan a test PCR y se aíslen 14 días aunque den negativo. "Aun así, la mayoría de los que estuvieron no están localizables. La tasa de testeo (ligada al brote) sigue por debajo de la mitad", declaró el primer ministro de Corea del Sur, Chung Sye-kyun. Chung subrayó la necesidad de que se hagan test de manera rápida a todos para evitar que los contagios se multipliquen en Seúl y alrededores, donde viven unos 26 millones de personas, más de la mitad de la población del país.

Aunque las autoridades aseguran que pueden mantener la confidencialidad de aquellos que vayan a testarse, muchos creen que el hecho de que la cuarentena sea obligatoria puede hacer saber a familiares o compañeros de trabajo que estas personas visitaron los locales afectados. A su vez las autoridades sopesan la posibilidad de acabar multando a quienes estuvieron en dichos bares si no cooperan.

Corea del Sur, donde no ha habido confinamiento y el virus parecía muy controlado hasta la semana pasada, reportó ayer 35 nuevos contagios -la mayor cifra en un mes-, de los cuales 29 corresponden al nuevo brote, que en total ha originado 85 contagios en distintos puntos del país. La capital y la región colindante ordenaron el pasado fin de semana el cierre de bares y clubes nocturnos.

Ayer, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, advirtió de que "si no hacemos las cosas bien" podría haber rebrotes como los registrados en Corea del Sur y Alemania.

Además, también en España, los detectives privados se han puesto al servicio del Ministerio de Sanidad para ser "rastreadores" del contagio del coronavirus, siguiendo los contactos de los infectados. Consideran que son los profesionales idóneos para ese cometido.

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