La preocupación de los alcaldes de los municipios costeros ya ha sido trasladada al Ejecutivo regional, que decidió constituir un grupo de coordinación de playas a través del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) y en el marco del plan territorial de Protección Civil del Principado de Asturias (Platerpa) por emergencias asociadas a epidemias.
El grupo cuenta con representantes del Gobierno regional, la Delegación del Gobierno, los ayuntamientos costeros a través de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), el Ayuntamiento de Gijón y Cruz Roja, "por su amplia experiencia en salvamento en playas", explicaron fuentes de la Consejería de Presidencia.
Los objetivos de este grupo de trabajo son varios, empezando por definir las medidas de protección y prevención para el servicio de salvamento, tanto para el personal como para la infraestructura del servicio. Además, se buscarán las fórmulas para garantizar el distanciamiento físico entre los usuarios de las playas una vez que se permitan el acceso libre y el uso habitual en verano.
Este es uno de los principales escollos, por las características propias de los arenales asturianos, de muy diversas dimensiones y tipos: los hay urbanos, silvestres... Por eso también será necesario definir las medidas que deben cumplir los usuarios y los servicios de salvamento, que son competencia municipal. La complejidad radica en que deben ser todas compatibles, ya que se supone que para cuando se abran las playas en la época estival ya habrá finalizado el estado de alarma y las competencias volverán a las comunidad autónomas y ayuntamientos.
