La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los lagares, a ritmo de desescalada

El embotellado del caldo regional aguardará hasta que arranque la fase 2 de reapertura y exista una demanda real de las sidrerías

Carlos González, gerente del lagar Fanjul. ANDRÉS ILLESCAS

Los lagareros de Tiñana (Siero) seguirán con la sidra en los toneles algunas semanas más por norma general. Hasta ahora, la escasa venta de botellas debido al cierre de la hostelería se mantiene, a pesar de la apertura al público de las terrazas el pasado lunes. Gonzalo Fanjul Casal, del Lagar de Quelo, lamenta que el sector sigue paralizado, con apenas ventas online y poca demanda para surtir en las terrazas. "La fase 2 va a ser mucho más importante para los lagareros porque la reapertura de terrazas apenas la notamos. Hay que pensar que en Asturias tampoco se vende mucho en terrazas. En la siguiente fase, al poder abrir la hostelería, aunque sea al 50%, ya habrá más demanda", espera. Este lagar es de los pocos que empezarán a embotellar durante los próximos días. Y lo hará el martes, jornada en la que vaciarán un tonel de 12.000 litros; es decir, unas 17.000 botellas de sidra.

El grueso del sector lagarero irá a remolque de la hostelería para evitar más pérdidas. "Estamos pendientes de los pedidos de los bares. El embotellado aún no lo vamos a hacer. Que abriesen las terrazas tampoco lo notamos, y menos aún con este tiempo, pero ya contábamos con ello. A partir de la fase 2 empezaremos a notar algo", espera Manuel Riestra, del lagar Sidra Muñiz. Más de lo mismo ocurre en el lagar Fonciello. Su gerente, José Ramón Llaneza, admite que "de momento estamos esperando a que abran las sidrerías para continuar la actividad porque ahora está todo parado".

La ansiada fase 2 de la desescalada -prevista para no antes del 25 de mayo- llegará también con restricciones. Para ello, los lagares ya se anticipan a las necesidades que imponga la situación sanitaria. Gonzalo Fanjul concreta que en el Lagar de Quelo "tenemos vasos propios de colores y vamos a hacer unas raquetas para que el camarero no tenga siquiera que coger el vaso. Intentaremos cumplir las recomendaciones al 200% para hacerlo perfecto". Manuel Riestra, por su parte, entiende que el control para evitar que se comparta vaso en el consumo de sidra tendría que extenderse a otro tipo de bebidas. "Habrá que identificar los vasos de cada cliente, tanto para beber sidra como para el resto de bebidas como la cerveza o el vino", añade.

Los lagareros de Tiñana (Siero) creen que el consumo de sidra no será tan elevado como antes. "Esto va a ir muy poco a poco. Está claro que las ventas van a ser más bajas que otros años, ¿pero cuánto? Iremos viendo, porque no se puede adivinar lo que va a pasar a medio plazo", añade Manuel Riestra. Con su trabajo esperan que el sector se revitalice y la sociedad pierda el miedo a consumir sidra en la calle como se hacía antes. Carlos González Ballesteros, gerente del Lagar Fanjul, comenta que además de identificar los vasos con colores proponen que lleven un número para que así pueda haber 50 combinaciones diferentes. Otra opción para la identificación de los vasos sería escribir el nombre de cada cliente en rotulador borrable para que el camarero no se confunda a la hora de despachar los culinos. "Sería una manera simpática de hacerlo. Es una especie de juego para aliviar la tensión del principio que pueda haber en la gente", comenta.

En cuanto a las medidas de seguridad, el gerente de Lagar Fanjul adelanta que "estamos preparando los vehículos para que sean fácilmente desinfectables. Tenemos que tener un especial cuidado en el reparto, que los operarios usen guantes y mascarilla y que la limpieza con hidrogel sea muy frecuente", remarca.

Mientras tanto, los lagares asturianos intentaron capear la bajada de ventas por el cierre del sector hostelero con la venta online. Sin embargo, este nuevo nicho de mercado no supuso grandes beneficios, ya que los grandes distribuidores de esta bebida son los restaurantes y sidrerías, que hasta ahora han estado cerrados a cal y canto. "Nosotros tenemos distribuidoras que también venden nuestra sidra, pero es muy poca cantidad", comenta Manuel Riestra. Gonzalo Fanjul, por su parte, explica: "Tuvimos algo de venta online, pero tan poco gran cosa. No llega a ser un complemento a la venta para la hostelería". Más de lo mismo le ocurrió al Lagar Fonciello. "La venta online fue muy pequeña", dice José Ramón Llaneza. Carlos González Ballesteros, por su lado, explica que la comercialización a domicilio de la sidra Fanjul "es un pequeño parche y una manera de seguir en contacto con los distribuidores que ya venden otros artículos, de seguir presentes en el mercado y mantener el contacto con los clientes"; a pesar de que tampoco supuso rebajar el stock de sidra de los lagares.

Por ello, los lagareros de Tiñana esperan con ansias a que Asturias pase cuanto antes a la ansiada fase 2 de la desescalada. Un periodo en el que los lagareros ya podrán hacer planes de futuro sobre cuántos toneles abrir para iniciar el embotellado. Siempre según lo que marque la demanda.

Compartir el artículo

stats