El confinamiento por coronavirus ha disparado las ganas de cocinar. Y la repostería gana por goleada. Muchos se han lanzado a preparar tartas y bizcochos por primera vez y se han adentrado en un mundo por descubrir: el de las recetas de repostería. Uno de los dulces con más tirón son, sin duda, las rosquillas. Fáciles de hacer y perfectas para cualquier reunión familiar. En esta sencilla receta que te explicamos al detalle aprenderás a cocinar rosquillas en solo veinte minutos.

-Ingredientes

Debes tener dos huevos, 1 kilo de harina, azúcar, aceite de girasol, anís (aunque es opcional) y medio sobre de levadura.

-Pasos de la preparación.

-Echar dos huevos (clara más yema) en un bol y batir con el tenedor.

-Echar en el bol ½ cucharada de anís.

-Echar 4 cucharadas de aceite de girasol en el bol.

-Echar 12 cucharadas de azúcar en el bol.

-Echar 15 cucharadas de harina.

-Echar medio sobre de levadura

-Echar la mezcla en la encimera, previamente echar tres cucharadas de harina en la encimera

-Amasar hasta que no se peque y no echar mucha harina para evitar que las rosquillas se pongan duras

-Echar aceite en una sartén hasta arriba (3/4).

-Preparar un plato con papel para ir sacándolas y otro bol para después

-Calentar aceite al máximo

-Moldear la forma de rosquilla y bajar un poco el fuego

-Echarlas a la sartén, darles la vuelta y sacar cuando estén al punto

Es muy importante, en los primeros pasos de la receta, batir todo muy bien. Ese es uno de los trucos de esta receta. Además, si al freír quedan blancas o se rompen solo tendrás que echar harina y amasar de nuevo

Y, si después de preparar las rosquillas, haces un poco de deporte y quieres recuperación, esta es la solución. Hay una fruta habitual, de hecho, en la que los expertos ponen especial énfasis, según asegura la publicación especializada "Men's Health" y no es otra que la piña, que es una de las frutas más dulces que hay. Los estudios realizados dicen que sus carbohidratos ayudan a recuperar rápidamente tras un esfuerzo, por tanto se recomienda consumirla justo después del ejercicio. La clave es el glucógeno que se recupera, que se ha gastado previamente en el esfuerzo físico. Por otro lado, la piña contiene bromelina, que es una encina que ayuda a reparar las fibras musculares dañadas y que provocan las agujetas. Las agujetas, a modo de explicación rápida, son microrroturas que aparecen en el cuerpo por la acumulación del ácido láctico y se van en unas 48 horas.