Los veterinarios asturianos advierten de que los supermercados son un espacio de considerable riesgo potencial para el contagio del coronavirus. El sindicato de veterinarios profesional de Asturias (SIVEPA) sostiene que un estudio realizado por la OCU no ha tomado las muestras en los puntos realmente peligrosos, como son los carros, los cestos o las líneas de caja.

El SIVEPA agrupa dentro de sus afiliados un gran número de médicos veterinarios inspectores de Veterinaria de Salud Pública. Estos son los profesionales encargados de la inspección sanitaria y el control de los riesgos de contagio de COVID-19 en los supermercados y otros establecimientos alimentarios. La organización profesional advierte que, pese al estudio de la OCU en relación a la contaminación de los productos por SARS CoV-2, no se debe disminuir el cuidado en el supermercado, puesto que los puntos de mayor riesgo no han sido muestreados y analizados.

"El estudio de la OCU es muy reducido en cuanto a número de establecimientos y no es estadísticamente significativo, con lo que sus resultados pueden estar muy alejados de la realidad de la mayoría de estos locales. Pero más importante aún es que no se han tomado las muestras de los puntos verdaderamente conflictivos en cuanto a riesgo de contaminación y contagio en este tipo de negocios", sostiene el SIVEPA en un comunicado.

Las superficies potencialmente más peligrosas son los carros y cestos de compra y las líneas de caja. Esto ya fue advertido por este y otros sindicatos veterinarios al Ministerio de Sanidad y a la Dirección General de Salud Pública del Principado el pasado 20 de marzo, según publicó, entre otros medios LA NUEVA ESPAÑA. Unos días más tarde, la Escuela de Salud Pública de la prestigiosa Universidad de Harvard realizó advertencias en este mismo sentido. Hay que pensar que los carros y cestos de compra, sobre todo en sus manillares y agarraderas, son susceptibles de ser manipulados por muchas personas a lo largo del día y durante todo el tiempo de compra. Esto eleva mucho la probabilidad de contaminación y si su desinfección no es la adecuada entre cliente y cliente, el riesgo de contagio puede ser elevado. En la línea de caja se manipulan todos los productos que se compran, envasados o no, incluidos los frescos.

El cliente toca esos productos y el TPV, o el dinero en su caso. El personal de caja los manipula, toca también las pantallas y teclados de las máquinas registradoras, dinero en ocasiones, el tique, el TPV, etc. Los productos pasan por la cinta y el mostrador de caja y luego van a la bolsa y, en ocasiones nuevamente al carro de compra. En toda esta operación hay una enorme posibilidad de cometer errores y contaminar los productos de un cliente a partir de la manipulación de los de otro, sumando el riesgo de que el carro o cesto estén contaminados. Es fundamental una correcta desinfección de los cestos y carros de compra "entre cliente y cliente" y es necesaria también una correcta desinfección del mostrador y cinta de la línea de caja, las manos del personal de caja, el TPV, la pantalla o teclado de la caja registradora y el dinero en su caso "también entre cliente y cliente".

Sin embargo, una de las situaciones que con más frecuencia han comunicado los veterinarios de salud pública afiliados a este sindicato es precisamente que, en una mayoría de los establecimientos que han visitado, no hay una correcta desinfección "entre cliente y cliente" de carros y cestos, ni tampoco de todos los elementos de la línea de caja. Es más, incluso parece que se están detectando establecimientos en que se ha empezado a relajar el nivel de cuidado y, en lugar de mejorar y endurecer las medidas sanitarias, éstas están disminuyendo, quizá por una menor percepción de peligro.

El sindicato veterinario lamenta mensajes de esta naturaleza "que puedan influir negativamente bajando la guardia de consumidores y trabajadores en estos establecimientos, más ahora, que la vuelta a la calle en la desescalada conlleva un mayor número de personas en contacto y por ende un mayor riesgo". Por el contrario, recomienda a los trabajadores que respeten la desinfección entre cliente y cliente en estos puntos, y a los clientes, que observen si se efectúa correctamente y que, si no es así, soliciten que se lleve a cabo.

"Seamos responsables por el bien de todos, es mucho más barato prevenir que curar, pero sobre todo, prevenir evita enfermedad, sufrimiento y pérdidas de vidas humanas", concluye este colectivo profesional.