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El coronavirus descubre sus cartas poco a poco

El covid-19, que al inicio fue considerado un problema respiratorio, ha acreditado su capacidad de provocar fallos multiorgánicos

El coronavirus descubre sus cartas poco a poco

Los médicos han ido aprendiendo a manejarse con el covid-19 casi en riguroso directo. En los últimos cuatro meses, la comunidad científica de todo el mundo no ha cesado de obtener y compartir información sobre el coronavirus y sus efectos sobre el organismo humano. A día de hoy, se sabe que el virus de origen chino no solo afecta al sistema respiratorio, como se pensaba en un principio. Por el contrario, da lugar a cuadros clínicos que impactan sobre varios órganos y en los que cobran protagonismo diversas patologías, entre ellas severas complicaciones cardiacas y renales.

En el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) -explica el neumólogo Francisco Rodríguez Jerez-, los profesionales han tenido que enfrentarse a casos de pacientes que habían recibido el alta y que tienen que ingresar de nuevo por complicaciones distintas a las que inicialmente se atribuían al covid-19: embolias pulmonares, cuadros febriles tardíos, erupciones cutáneas...

"Es una enfermedad que hemos tenido que ir estudiando sobre la marcha. El pulmón es la diana del coronavirus, pero también provoca un deterioro del riñón, del hígado, del corazón...", señala Dolores Escudero, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Entre las complicaciones que ocasiona la infección por coronavirus figuran neumonía y problemas para respirar, insuficiencia de varios órganos, problemas cardiacos, coágulos sanguíneos, infecciones virales y bacterianas adicionales... También es frecuente observar junto a las camas de las UCI un hemofiltro para sustituir la función renal, que con frecuencia se ve altamente mermada.

Fármacos para la tensión

Fármacos para la tensiónEn un seminario online organizado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), Pablo Millán, intensivista del Hospital La Paz (Madrid), expuso que, tras varios estudios internacionales, no se ha demostrado que los antihipertensivos se asocien con un mayor riesgo de infección ni con una peor evolución de la enfermedad. En los primeros compases de la pandemia, los médicos llegaron a sustituir algunas familias de fármacos para la hipertensión por temor a sus efectos adversos. Los criterios han cambiado: el doctor Millán abogó por seguir administrando los mismos fármacos habituales. Asimismo, los médicos han constatado que se requiere una gran precaución en la administración de medicamentos vasopresores para tratar los cuadros de hipotensión arterial.

El daño miocárdico fue abordado por Ana Ochagavía, jefa del área de Críticos del Hospital Parc Taulí (Barcelona). La especialista expuso cómo el coronavirus interactúa con el sistema cardiovascular y puede incrementar el riesgo de daño miocárdico agudo. En concreto, provoca arritmias, que son mucho más frecuentes en los pacientes con covid-19 que requieren ingresar en una UCI que en los que no necesitan cuidados intensivos.

Asimismo, el virus ocasiona miocarditis a las dos o tres semanas de infección, así como una elevación de biomarcadores de daño miocárdico. Sin embargo, existe un bajo porcentaje de infarto agudo de miocardio de tipo isquémico. La doctora Ochagavía expuso que "entre un 25 y un 35 por ciento de los pacientes en UCI con covid-19 ha sufrido daño miocárdico". Su detección es una señal de alarma, ya que "empeora el pronóstico". El patrón de intervención ante estos casos no es diferente al que requieren otras infecciones, por lo que la especialista recomendó no modificar los protocolos al respecto y realizar ecocardiografías para evaluar la función cardiaca y el estado hemodinámico.

Pese a todo lo dicho, Dolores Escudero puntualiza que, siendo más letal y más contagioso que la gripe, el coronavirus genera en las unidades de cuidados intensivos numerosos cuadros similares a los de la infección por virus gripales. "Tienen puntos en común y puntos distintos", resume la jefa de la UCI del HUCA.

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