Las protestas contra el la gestión del Gobierno central han saltado de los balcones a las calles. Si en Oviedo lleva ya días juntándose en la plaza de San Miguel un grupo de ciudadanos con banderas de España y proclamas contra el presidente Pedro Sánchez -incluso fueron disueltos por la Policía en una ocasión-, ayer se repitieron escenas similares, algo más numerosas, por las calles asturianas. En Avilés, medio centenar de personas se acercó hasta la sede socialista, en la plaza de Álvarez Acebal, para mostrar su descontento. En Gijón, desplegaron grandes banderas de España en el paseo de Begoña. En ambos casos, los manifestantes no se olvidaron de llevar sus cacerolas para hacer ruido.