Una "desbandada" de turistas inundó el pasado fin de semana la cima del Angliru (Riosa), a pesar de que el puerto estaba cerrado por la Consejería de Recursos Naturales del Principado. El Ayuntamiento de Riosa presentará un escrito ante la Delegación del Gobierno. "Lo del domingo fue un verdadero despropósito", advirtió la alcaldesa, Ana Díaz (IU).
Los Bomberos de Asturias incluso tuvieron que evacuar a un hombre por la picadura de una víbora. "No es el caso concreto de esta persona, que no sabemos si tenía o no tenía permiso para estar en la cima", aclaró la Alcaldesa. La queja del Ayuntamiento se centra en "las desbandadas de gente de fuera del concejo que incluso subieron a la cima del Angliru a pesar de estar con señal de cerrado". "Nosotros no tenemos Policía Local y es imposible controlar esta situación", añadió.
De ahí el aviso a la Delegación del Gobierno. "Alguien tiene que velar por la seguridad de los concejos pequeños, que llevan meses trabajando duro para que ahora lo estropeen todo los que no somos capaces de controlar", explicó la dirigente local. Lo cierto es que el trajín de ciclistas por la carretera nacional, durante el fin de semana, ya se acercaba a la normalidad absoluta anterior al estado de alarma por la crisis sanitaria del covid-19.
Un estado de alarma que Riosa ha llevado a rajatabla. Tanto que, junto a Sobrescobio, es el único municipio de las Cuencas sin casos. "Seguimos en cero contagios, nos lo han confirmado tanto la Consejería de Sanidad como el área sanitaria IV", destacó Ana Díaz. "No podemos permitir este descontrol en un concejo que se cuidó muchísimo y se sigue cuidando con responsabilidad", reiteró la alcaldesa de Riosa.
Los cero contagios no son el resultado de la suerte. Riosa, de hecho, cerró parques y otros espacios comunes públicos antes del aviso oficial del Gobierno central. Además, vecinas solidarias crearon un grupo de costura para que todos los vecinos tuvieran mascarillas elaboradas con material homologado.
El concejo seguirá en guardia, y no ha dudado en pedir ayuda a la Delegación del Gobierno para que el "desmadre" de este fin de semana no se repita. La zona de Viapará, cerrada expresamente al igual que la cima, "estaba llena de gente de fuera del municipio".
"Nuestro deber como dirigentes municipales es velar por la integridad de nuestros vecinos y por el cumplimiento de las normas. Y, si no tenemos medios suficientes, tendremos que recibir apoyo", concluyó la regidora en una llamada de auxilio.
