El Gobierno central está dispuesto a aceptar algunas de las demandas del Gobierno de Asturias para entrar en la denominada fase 2, que aligera aún más las restricciones por la pandemia. Hoy mismo está previsto que el Ministerio de Sanidad confirme que el Principado pasa el próximo lunes a una etapa en la que se permitirán actividades comerciales y hosteleras más amplias. Ayer mismo, el ministro Salvador Illa anunció que en aquellas comunidades que entren en la fase 2 se suprimirán las franjas horarias establecidas en la actualidad para regular la salida de niños o las de la práctica de deporte. Estas actividades podrán realizarse a cualquier hora. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aclaró que sí se mantendrán las franjas horarias reservadas para los paseos de los mayores y la actividad física al aire libre de personas vulnerables, aunque deberán ser las comunidades autónomas o ayuntamientos quienes la delimiten. Pero el Ministerio está dispuesto a flexibilizar más otras medidas en la fase 2 respecto a las previsiones iniciales. A la vista de la evolución de los casos, Sanidad se plantea acelerar algunas medidas de la desescalada. Así, Illa reconoció que está estudiando la ampliación del aforo en los bares, restaurantes y hoteles en el interior del local (estaba fijado un tercio), así como en los espacios culturales, como bibliotecas y museos.
Precisamente ese es un punto de fricción con los hosteleros. El Principado planteó que en la nueva fase las limitaciones de acceso al interior de los locales de hostelería se determinasen tomando como referencia el cumplimiento de la distancia social, en vez de introduciendo recortes en el aforo.
En el mismo sentido se manifestó ayer la patronal asturiana de hostelería y turismo OTEA, que junto con la patronal nacional instó al Gobierno a tomar como modelo otros países, en los que se fija como criterio de apertura la distancia interpersonal de seguridad, en lugar del aforo. Así, por ejemplo, Austria, Dinamarca, Francia, Italia o Suecia han establecido una distancia mínima entre clientes de un metro. Otros países han planteado que esa distancia sea de metro y medio (Alemania, Grecia, Croacia o Bélgica). España mantiene los dos metros.
La patronal considera que "fijar el porcentaje de aforo máximo es un error, puesto que el resto de países europeos no lo está haciendo, sino que están marcando la distancia mínima de seguridad, atendiendo a los criterios de la OMS". El criterio para la fase 2 es que los locales puedan abrir el interior (a excepción de discotecas y bares de ocio nocturno) con un límite de aforo del 40 por ciento y sentados en mesa o reagrupaciones en mesa.
La patronal también pide al Gobierno que ponga el sector turístico como una de las prioridades: "No entendemos que otros países hayan tomado las medidas necesarias para paliar las graves consecuencias de la pandemia en el turismo y que en España no se haya actuado en consecuencia".
